La consellera «verde», Margalida Rosselló, ha vuelto a presentar a sus socios del Govern un borrador de la ley de biodiversidad para intentar, con dos años de retraso y muchos meses de discusión interna, que el texto sea aprobado por el Ejecutivo. Rosselló aspira a que la ley, que ha sido enmendada por todos los integrantes del Pacte y por las distintas consellerias del Govern, no vuelva a quedarse en un cajón de su departamento por la falta de acuerdo. Algunos dirigentes de Els Verds han reconocido en privado que temen que la ley de biodiversidad no sea aprobada esta legislatura por la falta de acuerdos en el Pacte.
Rosselló ha presentado a sus socios un documento más comprensible, completo y riguroso. El nuevo texto da carta de naturaleza jurídica a la Estrategia Balear de Biodiversitat, los artículos de la ley son más concretos y detallados, y se ha mejorado sustancialmente la definición, los objetivos y la operatividad de los hábitats y especies de interés balear. El nuevo texto presentado por Rosselló ubica los espacios protegidos en función del nivel de interés estratégico y se introduce la figura del Parque de Interés Local como un necanismo integrador de la protección implicando a ayuntamientos y a los consells.
En el apartado de sanciones, la ley de biodiversidad prevé que el incumpliento de algunos de los aspectos de protección de fauna y flora pueda ser sancionado con una cantidad económica que puede alcanzar, en algunos casos, los 6 millones de euros (1.000 millones de pesetas) en el caso de las infracciones más graves.