«Voulez-vous coucher avec moi?», así de sugerente empezó el espectáculo. La canción «Lady Marmalade» inició el concierto de «Operación Triunfo» que ayer hizo «enloquecer» a las 26.000 almas que abarratoban el estadio de Son Moix. Era la primera vez que este escenario albergaba un evento así; Chenoa y sus amigos tuvieron el honor de inaugurar Son Moix como auditorio de música. El aspecto era único... ¿adónde hubiera llegado el Real Mallorca este año con semejante hinchada?
Eran las 21.30 horas de la noche, como un reloj, puntuales, a la hora programada, Mireia, Rosa, Natalia, Gisela, Verónica, Geno, Nuria Fergó y Chenoa aparecían sobre el escenario provocando el delirio de los presentes. Fue aparecer la mallorquina en la dos pantallas gigantes colocadas a los lados "no tan gigantes, ya que desde los palcos vip (el alquiler de 55 a 70 euros por asiento) y desde buena parte de la grada poco se diferenciaba" el griterío se hizo ensordecedor. Chenoa, que sabe de esto, vestía la camiseta rojilla del Real Mallorca; «Más leña al fuego» y más gritos, palmas y lágrimas sobre los rostros de las fans. Una locura.
Se esperaba un escenario más espectacular, pero ya no importaba, había que disfrutar. Aparecieron los chicos para cantar «Corazón espinado», y otra vez el delirio. David Bustamante, David Bisbal, Manu Tenorio, Juan, Javián, Alex, Alejandro y Naïm acongojaban el corazón de las miles de jóvenes que no se podían creer tener tan cerca a sus ídolos. Las de los palcos hacían de los prismáticos una prolongación de sus ojos. Después vinieron Juan haciendo de Elton John; Alejandro poniéndole ritmo a la noche con «Black magic woman»; Natalia, haciendo de Britney Spears a la española; Fórmula Abierta (Àlex, Geno, Javián y Mireia) recordando a la Década Prodigiosa; Gisela, volando e invocando el espíritu de campanilla; Naïm demostrando que baila y canta a la vez, y Verónica, que pese a sus gallos, también tuvo su momento de gloria.
Pero todo se desbordó cuando emergió solo sobre el escenario David Bustamante, aquel que le quitó el puesto en la final del programa a Chenoa. ¡Se lo querían comer... a besos! Se iban presentando uno tras otro, e iban actuando solos o acompañados. Dos dúos hicieron temblar los cimientos que en su día diseñó Guillem Reynés. Primero Manu Tenorio y Nuria Fergó, el primero le puso la primera gota de elegancia, seriedad y clase al espectáculo, y la segunda, lo inundó de gracia, solera y voz. «Noches de bohemia», de Navajita Plateá, puso lo demás. Fue un karaoke de 26.000 personas. Y cómo no, los más esperados, los novios oficiales, la pareja del año, los más deseados: David Bisbal y Chenoa. ¡Dios, qué fuerte! Su canción casi no la podimos oír, «Escondidos» se escondió entre los gritos de la gente. Hubo beso y abrazo.
La mallorquina llenó de sensualidad Son Moix con su interpretación de «The Best», de Tina Turner. La noche mágica se estaba produciendo, el concierto del año en Mallorca estaba ocurriendo. No faltó de nada, todo lo que esperaban los fans se produjo, realmente recordaba a aquellos lunes en los que millones de españoles se sentaban delante del televisor para ver una nueva entrega de «Operación Triunfo». Era un lunes más, sólo que éste en lugar de pasarlo en casa, 26.000 mallorquines lo hiceron en martes, en vivo y en Son Moix convertido en un plató de televisión descomunal.
Y llegarón los dos momentos estelares. Por un lado el más espectacular, y por el otro, el más emotivo. Rosa se hizo suyo el estadio y acompañada por Geno, Bisbal, Gisela, Bustamante y Chenoa cantó el «Europe's living a celebration», que representará España en el festival de Eurovisión, el 25 de mayo en Estonia. El estadio retumbó con tanto salto. Lo habían anunciado, no se podía echar atrás, Chenoa tuvo que cantar «La Balanguera». Fueron tan sólo unas estrofillas, pero Laura y un coro de miles de personas más puso la carne de gallina incluso a las autoridades del palco. Fue precioso. Fueron dos horas y media de espectáculo, de música, de color, de emociones, de concierto y de «televisión».