La creación de una Comisión de Seguridad Alimentaria y la aprobación del nuevo Plan de Tabaco serán los dos objetivos básicos de la dirección general de Salut Pública i Participació tras su reciente reestructuración, según explicó ayer la nueva directora general, Margalida Buades. La directora general dijo ayer que la transferencia de las competencias sanitarias a principios de este año provocó la reestructuración de la Conselleria de Salut i Consum y la creación de nuevos departamentos, entre los que se encuentra la dirección general.
Buades señaló que a raíz de «las grandes crisis» en materia de alimentación, como el problema de las «vacas locas», la Comisión Europea se planteó el establecimiento de nuevos controles y creó un Libro Blanco de seguridad alimentaria a nivel europeo.
Según dijo Buades, «se hace necesario un control de los procesos que intervienen en la cadena alimentaria, desde la granja a la mesa, para poder garantizar a los consumidores una alimentación segura y sin riesgos». Por esta razón se está trabajando en la creación de la Comisión de Seguridad Alimentaria, cuya labor será concretar las líneas de actuación de la Administración autonómica en materia de seguridad alimentaria y garantizar la incorporación de sistemas de control oficial en cada una de las etapas de la cadena de producción, apuntó Buades.
Según dijo Buades, «la filosofía» de la comisión se basará en los análisis de riesgos y autocontrol y en su carácter «auditor», aunque también cumplirá su necesaria función de inspección sanitaria. En esta comisión participarían representantes de las conselleries de Salut i Consum, Agricultura i Pesca, Medi Ambient y Economia, Comerç i Indústria, además de representantes de sectores económicos, de la comunidad científica y de los consumidores.
En cuanto al Plan de Tabaco, la directora general calificó su consumo como «la primera causa de muerte evitable» y recordó que la edad media de incorporación de los fumadores es de 18 años y que un 95 por ciento de los fumadores se inicia antes de los 25 años. En este sentido, Buades se refirió a «la necesidad de luchar contra el tabaco, establecer espacios sin humos y disminuir el número de personas que se inician en su consumo».