Cincuenta alumnos de 4º de ESO del colegio Santa Magdalena Sofía y de 1º de Bachiller del Institut Guillem Sagrera, acompañados por cuatro profesores, recibieron ayer su Bautizo de Mar a bordo del buque escuela español «Juan Sebastián de Elcano». La iniciativa culminó el programa de actos previstos por la Armada en Palma, en el transcurso del viaje por el litoral nacional conmemorativo del 75 aniversario del buque.
El embarque se realizó en presencia del jefe del Sector Naval de Balears, Tomás Mendizábal, a las 10.30 de la mañana. Media hora más tarde, el capitán de navío Manuel Rebollo dio la orden de soltar amarras. Lentamente y con la ayuda de un remolcador, el afinado casco del gran velero fue separándose de su atraque en el Dique del Oeste y tras virar en redondo puso proa hacia la bocana, escoltado por el patrullero «Anaga».
Nada más doblar la baliza, los jóvenes estudiantes pudieron disfrutar de la vida a bordo de un buque único e irrepetible. Entonces, siguiendo el tradicional sistema de órdenes a toques de silbato, se estableció la primera orden de «maniobra general», consistente en el izado de las cangrejas y los foques que, al poco rato, se hincharon al empuje de la suave y fría brisa que soplaba en la bahía.
La operación exige el esfuerzo físico de varios miembros de la dotación en la jarcia de labor, quienes invitaron también a los alumnos a participar, lo que celebraron con alegría tras superar el temor inicial. Y es que el gobierno de este buque impone respeto, como el propio mar, pero nunca miedo, como lo demostró una intrépida chica que tomó el timón durante un tiempo, seguida por las instrucciones del serviola.
Con la primera guardia de mar, desde el puente de madera abierto a la intemperie, los chicos pudieron seguir la derrota de la nave mediante la aguja magnética y observar el perfil de la costa a través de la pantalla de radar, que reflejó también la presencia de otras embarcaciones y nubes de tormenta que durante toda la jornada acompañaron al buque.