La Autoritat Portuària informó ayer al Consell de Navegació i Port de Palma de la reconversión de los muelles comerciales del Moll Vell en terminal de pasajeros de líneas regulares, «un proyecto imprescindible para distribuir racionalmente los tráficos actuales en el limitado espacio portuario de Palma», según indicó Francesc Triay, presidente del organismo.
Triay expuso que «todo el mundo coincide en que es necesaria una terminal próxima a la ciudad». De hecho, la modificación puntual del Plan Especial del Puerto de Palma ha concluido con la presentación de sólo dos alegaciones: una de la asociación de vecinos de es Molinar, que aprovechan para pedir que no se amplíe su puerto deportivo y otra de la Asociación Provincial de Empresarios de Actividades Marítimas de Baleares que pide que no se pierda ningún metro para reparaciones.
Francesc Triay expuso que la mayor parte de las críticas al proyecto son «objeciones de carácter técnico. Algunas de las alegaciones ajustables y superables. La voluntad es seguir adelante con el proyecto, eliminando los impactos visuales y volumenes si es necesario». Pese a las críticas de Cort y del Consell de Mallorca, Triay insistió en que la estación de pasajeros estará a 1.300 metros de distancia de la Seu y que tendrá una altura de 13 metros, un poco más que los actuales almacenes que se demolerán.
«Atravesamos momentos de gran competencia, por ello es preciso
dar un paso adelante. El puerto está muy limitado», indicó Triay,
quien preciso que en el primer trimestre de este año ha bajado un
2% el tráfico de mercancías. Subrayó también que, con esta reforma,
disminuirá el tráfico en el Paseo Marítimo puesto que no circularán
por esta zona tanto vehículo pesado.
Finalmente, Triay anunció que las previsiones de visita de cruceros
es buena. Este año se prevé la llegada de 487 cruceros.