Balears tiene un índice de alumnos extranjeros en centros docentes no universitarios del 41 por mil, una proporción sólo superada en España por la comunidad madrileña (43 por mil), según un informe sobre el curso 2000-01 del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación, dependiente del Ministerio de Educación. Tanto en Balears como en el conjunto del Estado, el mayor porcentaje de extranjeros cursa estudios en centros públicos y es la etapa Primaria la que ha absorbido una mayor proporción.
Precisamente, los menores inmigrantes podrán incluirse en los programas destinados a alumnos con necesidades educativas especiales, en virtud del decreto del Govern balear por el que se regulará la atención educativa a este tipo de estudiantes que ayer recibió el visto bueno del pleno del Consell Escolar de les Illes Balears, informó Bernat Sureda, presidente de este organismo consultivo y de participación de la comunidad escolar.
Este decreto fija lo que se entiende como necesidad educativa especial, ampliando el concepto más allá de lo que son menores con problemas de adaptación física (discapacitados) o psicológica al aula. Así, establece que también pueden crear una necesidad educativa especial situaciones derivadas de problemas de tipo social, de privaciones, carencias o de diferencias culturales, caso de los menores inmigrantes.
La nueva normativa, de próxima aprobación, considera que estas condiciones pueden también originar distorsiones en el aprendizaje que el sistema educativo debe atender. No obstante, el Consell Escolar lamentó que este ambicioso objetivo «no vaya acompañado de los recursos necesarios: como el personal adecuado o los espacios necesarios», reconoció Sureda. Por esta razón, el pleno acordó presentar a la Conselleria una recomendación en el sentido de que se concrete en el decreto la dotación económica que podrá destinarse.