Joan Estades de Moncaira i Bisbal, caballero de Santo Sepulcro, vive el momento de gloria que le están proporcionando sus apariciones en «Crónicas Marcianas», en las que habla con Javier Cardenas "y por dos ocasiones con Sardá" de él y de sus circunstancias, que no son pocas. «Lo único que me supo mal "nos dijo" es que saliera en el rótulo que vivía en una casa de putas. Pero por lo demás "añadió" estoy satisfecho. Mientras el programa siga por esos cauces, no habrá problemas. Es más, alguno puede llevarse una sorpresa al final».
Estades de Moncaira i Bisbal viajó a Barcelona con el cantautor Jaume Sureda, buen amigo de Cárdenas y, en cierto modo, promotor "al menos para el espacio de Sardá" de los friquis mallorquines que van apareciendo en él. «Algunos me han puesto a parir por salir ahí, como también veo que algunos de los que me reconocen por la calle se ríen. ¡Qué le vamos a hacer! Porque una cosas es que me vaya ese rollo y otra que sea tonto, que no lo soy, pero... Bueno, respeto las opiniones de todo el mundo. Pero también los hay "nos muestra varios e-mail" que están conmigo, que me animan, lo cual les agradezco. ¿Que si a raíz de esto va a cambiar mi vida sentimental? Yo diría más bien que va a ser diferente, pues ya no soy indiferente, ¿sabes? No. La gente me para, me pregunta, algunos, ya te digo, se ríen de mí, pero otros me animan, y en todo eso está el cambio». Estades reconoce que, efectivamente, «no conocía a Marujita Díaz, pero cuando apareció en su lugar el travesti Carmen de Mairena, «en vez de mosquearme por ello, me puse en situación dispuesto a aguantar todo lo que echaran y, sinceramente, me lo pasé muy bien. Porque ahí, en el plató y sabiendo que te está viendo muchísima gente, lo que cuenta es que sepas aguantar el tipo, cosa que creo que yo he sabido hacer. De ahí que hiciera como si me cabreara cuando tenía que cabrearme y sonriera cuando debía de sonreír. Que luego haya gustado o no, ya es otra cuestión, que no depende de mí». Aparte, cree que ha valido la pena porque, además de la experiencia de participar en un directo de televisión desde el mismo plató que se hace, ha conocido gente.