El conseller de Innovació i Energía, Príam Villalonga, obtuvo ayer el «apoyo total» de todos los partidos políticos representados en la subcomisión de infraestructuras energéticas del Gongreso de los Diputados, sobre la viabilidad y la urgencia de la construcción del gasoducto submarino que ha de traer el gas natural desde la península a Balears. Villalonga da por segura la inclusión del proyecto en la planificación de infraestructuras para la red básica de transporte eléctrico y de gas del Estado, que se hará pública a finales junio, lo que permitirá la convocatoria posterior del concurso público para su ejecución.
Villalonga recordó que la inclusión del gasoducto en la planificación de red básica de transporte de gas del Estado, se traduce en una financiación a cargo de las tarifas que pagan todos los españoles (sistema de peaje), por lo que el coste del proyecto no irá a cargo ni de los presupuestos generales del Estado ni de los de la Comunitat Autònoma. Pese a que el coste del proyecto no se conocerá, en su exactitud, hasta que se convoque y se adjudique el concurso público para su ejecución, el conseller estima una inversión de 39.650 millones de pesetas, según anteproyectos.
Príam Villalonga se desplazó ayer a Madrid para intervenir en la subcomisión de infraestructuras del Congreso de los Diputados, constituida a petición del Ministerio de Economía, que es la que ha de definir la planificación y el desarrollo de la red de transporte eléctrico y de gas del conjunto de España entre en el periodo comprendido entre los años 2002 y 2012. El conseller evaluó la situación actual y las necesidades de infraestructuras desde el contexto del crecimiento de la demanda registrado en los últimos años, más del 47% entre 1996 y 2001.
Villalonga argumentó que el Govern quiere reducir la dependencia eléctrica diversificando las fuentes de energía, que los dos archipiélagos son las dos únicas autonomías españolas donde no llega el gas natural y que, en el caso de Balears, el gasoducto entre Valencia, Eivissa y Mallorca «es la mejor opción», en términos de inversión y en cuanto a costes medioambientales que generan las diversas alternativas que se han barajado para traer el gas natural a Balears.