El Institut Balear d'Afers Socials ha entregado ya cerca de 3.000 «tarjetas básicas», como se denomina a la compensación que concede el Govern balear a las personas con pensiones bajas, según anunció ayer el presidente del Govern. Después de entregar a algunos beneficiarios su «tarjeta básica» junto a la consellera de Benestar Social, Fernanda Caro, y a la presidenta del Institut, Josefina Santiago, Francesc Antich expresó su satisfacción por el desarrollo del proceso, iniciado el pasado viernes.
La Conselleria de Benestar Social espera distribuir cerca de 11.000 tarjetas, emitida por la Caixa de Colonya, para lo que ha previsto una partida de 1'71 millones de euros. Las condiciones para poder reclamarla son ser mayor de 65 años o tener una discapacidad de más del 65% y que los ingresos por familia no superen los 3.606 euros anuales.
El presidente definió la iniciativa como «una apuesta más del Govern balear para trabajar con la mirada puesta en las personas y que el nuestro sea un país cohesionado y, por tanto, que aquellos que pueden menos tengan el apoyo del Gobierno autonómico». «Ya habíamos hecho una apuesta con las ayudas a las pensiones no contributivas. Esto fue objeto de toda una serie de recursos pero ahora, a través de esta iniciativa, habremos evitado los recursos y el Ejecutivo balear podrá trabajar con tranquilidad en la idea de apoyar a la gente que puede menos», dijo Antich en referencia a los recursos del Gobierno central contra los complementos directos aprobados por el Govern en los dos últimos años.