La Plaça Major de Palma incorporó ayer un detalle especial en una de sus fachadas: la bandera del Consulado de Gran Bretaña se encontraba a media asta, sumándose así al resto de consulados británicos en España en el recuerdo de la figura de la Reina Madre, fallecida el pasado sábado mientras dormía, a la edad de 101 años. Desde ayer y hasta la semana que viene, cuando se celebre el funeral, el Consulado abrirá sus puertas a todos los ciudadanos que deseen estampar su firma en el libro de condolencias abierto expresamente en el Consulado.
Una foto de la Reina Madre y un ramo de flores decoran la estancia. Durante el día de ayer, y a pesar del intenso aguacero, varias fueron las personas que pusieron su nombre en las primeras páginas del libro. El cónsul británico en Balears Michael Banhan fue uno de ellos, quien firmó en memoria de la Reina Madre. La última vez que el Consulado abrió sus puertas para brindar a los ciudadanos la posibilidad de recordar a algún miembro de la realeza británica fue con ocasión de la muerte de Lady Di, tragedia que muchos sintieron y así lo expresaron con su firma en el libro de condolencias.
El recuerdo a la Reina Madre continuará a lo largo de esta semana y el domingo se oficiará una misa en la iglesia anglicana de Palma, oficio en el que se recordará la figura de la madre de la Reina de Inglaterra. En todos los consulados británicos de España se ha abierto un libro de condolencias y, es probable, que se realicen también celebraciones religiosas en memoria de una mujer que supo ganarse el corazón del pueblo británico.
El martes, día 9 de abril, el ataúd con los restos mortales de la Reina Madre será conducido a la abadía de Westminster para el oficio de las exequias fúnebres, preparado casi con la misma solemnidad, pompa y circunstancia de un funeral de Estado. Ese día se cerrarán las puertas del Consulado de Gran Bretaña en Palma, lugar donde se espera que esta semana sean cientos los ciudadanos que estampen su particular reconocimiento, antes de que sea enterrada en el Panteón Real del castillo de Windsor, donde descansará junto a su esposo el rey Jorge VI, fallecido en 1952.