La lluvia y el viento fueron ayer los verdaderos protagonistas de los pancaritats que se celebraron en la comarca del Pla de Mallorca. El mal tiempo provocó que la presencia de peregrinos fuera prácticamente nula en el Puig de Sant Miquel de Montuïri y Bonany de Petra "la mayoría llegó a sus respectivas ermitas en coche" y que, en el caso de Castellitx de Algaida, la fiesta se anulara y que se celebre el domingo siete de abril.
Sólo un centenar de montuïrers llegaron hasta el Puig de Sant Miquel, donde, por primera vez en muchos años se suspendieron la mayoría de actos y sólo se celebró una misa. De hecho, se había previsto una multitudinaria fideuada, que se pospuso hasta mejor ocasión. Hay que destacar que una de las únicas personas que se enfrentó al mal tiempo y llegó a pie hasta el ermita fue la batlessa del dia del puig que este año fue Maria Roscar Miralles. En Sant Miquel fueron pocos pero se lo pasaron todo lo bien que el agua les permitió aplicando aquello de «al mal tiempo buena cara».
Algo parecido sucedió en Bonany de Petra, donde además de petrers, suelen acudir también vecinos de Ariany, Vilafranca y Sant Joan. Ayer nadie llegó a pie hasta Bonany y después de la misa casi todos marcharon a comer a sus casas. La nota positiva a un día tan gris la dio el sacerdote que ofició la misa de Bonany, quien durante la misa afirmó que la lluvia era enviada por la Mare de Déu de Bonany para ayudar a los agricultores y paliar la sequía.