La imagen del Cristo de Santa Cruz presidió la procesión del Miércoles Santo, que discurrió por las calles del Puig de Sant Pere y la zona de Jaume III, acudiendo mucho público. Poco antes de iniciarse la procesión los miembros de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios impusieron la insignia de la Legión a los de la cofradía anfitriona, Cristo de Santa Cruz. El desfile tuvo un cambio en su itinerario habitual, pues no pasó por la calle Salas debido a las obras.
Salió con notable participación de las cofradías acompañadas por sus bandas de música. La procesión del Miércoles Santo volvió a cautivar por el entorno donde discurre, el Puig de Sant Pere, una barriada repleta de encanto y tradición marinera. Resaltó especialmente la presencia de un mayor número de antiguos caballeros legionarios, que, vestidos con sus uniformes y portando guiones, saludaron a todas las cofradías mientras salían del templo.
Como es costumbre, acompañaron el paso de La Dolorosa, precediéndola. Detrás procesionó el paso «Jesús atado a la columna», que lució motivos florales color rojo. La imagen de Cristo apareció vestida con antiguo faldón rojo bordado en oro, circunstancia que tuvo buena acogida por muchos de los allí reunidos. Esta fue saludada por el Cristo de los Boters, que esperaba en el portal mayor de la igesia San Juan de Àvila.