El Govern reiteró ayer su oferta de diálogo «hasta el último momento» para poder aplazar la ecotasa hasta el mes de noviembre. El Ejecutivo autonómico, que se reunió en la finca de Menut (Escorca), reiteró su oferta de atrasar el cobro del impuesto turístico, aunque criticó la falta de voluntad de los hoteleros y touroperadores para plantear alternativas a la medida tributaria. «Si no hay compromisos por la otra parte, el 1 de mayo se pondrá la ecotasa en marcha. Es un problema no tener un interlocutor en este caso», reiteró el portavoz del Ejecutivo, Antoni Garcías.
Para el Govern, la negociación con el objetivo de aplazar la ecotasa no dará buenos resultados si una de las dos partes «trata de imponer su criterio». El Ejecutivo recalcó que la aplicación del impuesto es irrenunciable, al margen de que su recaudación pueda aplazarse algunos meses. «Siempre hemos creído que la ecotasa tendrá un efecto neutro, pero estábamos dispuestos a retrasarla para rebajar la tensión con el sector», recalcó.
Al margen de la postura oficial, el conseller de Turisme, Celestí Alomar, manifestó a este periódico que mantiene negociaciones permanentes con los touroperadores para buscar un pacto para cobrar la ecotasa a través de los paquetes turísticos.
Precisamente, el Consell de Govern aprobó ayer hasta tres sanciones a establecimientos turísticos por comercializar plazas ilegales. En concreto, el Ejecutivo ha acordado imponer a los apartamentos Las Rocas de Cala d'Or una sanción de 30.051 euros por ofertar hasta 40 plazas turísticas ilegales. Asimismo, el Govern ha probado que la empresa que explota los apartamentos Portonova, en Palma Nova, por comercializar 39 unidades «absolutamente ilegales». Por esta infracción la propiedad será sancionada con 30.051 euros. Por último, el Ejecutivo ha acordado imponer una sanción de 30.051 euros a la propiedad del hotel Bahía, de Peguera, por comercializar hasta 68 plazas turísticas ilegales.