A raíz del «escándalo Miss Alicante», llama Isabel Arcos para contar que en todas partes cuecen habas en materia de misses. Isabel es amiga de la madre de Jessica Doralis Seguí, joven nacida en Mallorca, donde vivió hasta los seis años, y que se presentó al concurso «Señorita Panamá 2001» "que es el equivalente a Miss España" clasificándose finalista pero al final quedándose sin corona "ni siquiera pódium" porque «según se dijo en la mesa del jurado "explica Isabel", éste había recibido de parte del padre de la ganadora, Lourdes Cristina González, una importante cantidad de dinero, 20.000 $. Y es que al final del concurso, cuando se dio a conocer el fallo, que, lógicamente, proclamaba a ésta «Señorita Panamá 2001», se armó tal escándalo que la gente echaba en cara al jurado que se había vendido.
Asegura Isabel, que estaba en la mesa de al lado de la del jurado, que lo escuchó todo. Incluso se le echó en cara a uno de ellos, quien revolviéndose en la silla, «me miró y me mandó callar. 'Cállese y márchese a España', me dijo. Por eso le digo que no sólo ocurren cosas extrañas en Miss España. Ahí tiene un ejemplo. Ganó la que menos méritos tenía y no nuestra paisana, que es bellísima y que está dotada de unas medidas excepcionales 34-22-34, desde luego mucho más perfectas que las de la ganadora, 35-26-37, que además es una chica conflictiva pues antes y después del concurso protagonizó dos grandes follones, terminando en uno de ellos esposada. Aparte, Jessica se tuvo que gastar mucho dinero en el certamen, unos cinco millones de pesetas, más o menos, entre ropa, fotos "por éstas pagó unas 200.000 pesetas", gimnasio, etc.».
Según Isabel, Jessica es hija de una bailarina panameña y de un mallorquín a quien conoció mientras trabajaba en Palma, pero quien no la reconoció como hija, «ni siquiera cuando a los 13 años vino a Mallorca a hablar con él». El apellido se lo dio otro mallorquín que durante unos años convivió con la madre. Jessica estudia de ingeniero, y es una cotizada modelo en Ecuador y Colombia.