La negociación del nuevo convenio de hostelería se prevé larga, dura y complicada. Las federaciones de hostelería de los sindicatos UGT y CC OO negaron ayer que la petición de subida salarial para 2002 del 6 por ciento para los trabajadores del sector de la hostelería sea «extravagante», como han señalado los empresarios, sobre todo si se tiene en cuenta que «parece que las expectativas para la temporada turística no son tan malas», según palabras de Rafael Borrás, secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CC OO.
Ambos sindicatos presentaron ayer, después de celebrar una reunión con la patronal, la recientemente constituida plataforma conjunta para negociar el convenio colectivo de la hostelería, cuyas conversaciones comenzaron ayer tarde. En la presentación el portavoz de UGT, Pedro Calvo, afirmó que las «previsiones del sector no deben ser tan pesimistas como quieren hacernos creer, si tenemos en cuenta que los hoteleros han pedido 2.500 trabajadores inmigrantes temporales para el verano».
Calvo añadió que «mucho nos tememos» de que las expectativas «catastrofistas» que han apuntado los empresarios «escondan, en realidad, una pretensión de seguir abaratando el empleo eventual y, en este caso "en el de contratación de inmigrantes", de provocar un efecto de sustitución». Tras criticar que algunos de estos inmigrantes son contratados con salarios muy bajos, el sindicalista señaló que, aun aplicando el 6 por ciento de incremento salarial para este año, el sueldo medio de los trabajadores de la hostelería se situaría en unos mil euros, «lo que cobran en Francia los que tienen el salario mínimo», dijo.
Además de este 6 por ciento para 2002, la plataforma pedirá un aumento del salario para el 2003 de dos puntos por encima del Indice de Precios al Consumo (IPC) nacional, y que el convenio que ahora se negocia, que afectará a unos 70.000 profesionales, tenga una duración de dos años, «y no de cinco, tal y como pretenden las patronales del sector». Otras de las peticiones de los sindicatos, que a partir de día 11 de abril se sentarán a negociar cada jueves con las patronales para consensuar el convenio, es lograr que «el 80 por ciento de los trabajadores del sector sean fijos o fijos-discontinuos y que se reduzca la jornada semanal con el horizonte puesto en las 35 horas», apuntan.