El puerto de Palma recibió ayer la visita inaugural del buque de cruceros Island Escape, que realizará este año más de treinta escalas en Mallorca. Perteneciente al operador británico Island Cruises, ofrece una amplia estructura concebida a modo de hotel flotante de vacaciones y posee una capacidad para 1.840 pasajeros alojados en 703 cabinas, de las que 440 son exteriores y 263 interiores. Curiosamente, en sus orígenes esta unidad navegó como ferry de lujo en las Islas Bahamas con el nombre de Scandinavia, pero sus características le hacían más apropiado para el sector turístico.
Así, fue objeto de una remodelación que supuso la sustitución del antiguo garaje por camarotes y la supresión del portalón de popa. Sus considerables dimensiones, con 40.132 toneladas de registro y 185 metros de eslora por 27 de manga con numerosos locales públicos, han facilitado esta nueva faceta operativa, que explotó durante los últimos años el gigante crucerístico Royal Caribbean con el nombre de Viking Serenade.
Las previsiones crucerísticas para este año son finalmente más optimistas de lo esperado. Así, ya han anunciado su escala en los puertos de Balears 711 buques en régimen turístico. La crisis política de Oriente Medio ha determinado el desvío de buena parte de la actividad al Mediterráneo occidental, con el Archipiélago en el centro de las operaciones.