Hoy llega ella, sigilosa, aunque de frente; avisando, pero cómplice del sol. Serán las 20.16 cuando la primavera se asome vigorosa y hermosa, aunque un tanto simple y cándida, como si fuera fácil engañarla. Y es que una ráfaga de viento o cuatro gotas de lluvia bastarán para entristecerla. Ella es la primera de las cuatro estaciones del año. Vive en una época donde se alcanza, o en el mejor de los casos, se mantiene, el completo vigor o desarrollo. Seremos menos cautos, será fácil sobrepasarnos. Seremos un poco más débiles, aunque también un poco más bellos.
Avisó ayer, con 23'2 grados de máxima en Portopí y con los 25 de Portocolom, y nos fuimos a la playa, salimos a pasear en manga corta o nos hicimos un poco los sexys. Ni frío, ni calor, ella es como el vino tinto, templada, para que los colores se recreen en su dicha y existencia. Marzo, abril, mayo y junio, en el hemisferio boreal; septiembre, octubre noviembre y diciembre, en el austral. Tres meses para echarle el guante al frío, tres meses para oler el verano.
Noventa y dos días, a cada cual más largo, de primavera, donde el sol saldrá casi dos minutos antes cada jornada y se pondrá un minuto más tarde. Más horas de luz, que se alarga y se alarga para regodeo romántico. Hoy, a las 20.16, el equinocio hará coincidir el día y la noche, hoy el equinocio nos hará más sensibles, quizá más simples, a muchos más guapos y a la mayoría más alterados. El deseo llamará a la puerta, aunque no todos podrán abrirla. La primavera ya está aquí.