Menos del 24 por ciento de los ayuntamientos de Balears ajusta su presupuesto en gestión de residuos a las tasas que cobra a sus vecinos, mientras que 15 de cada cien tienen superávit en este sentido y el resto, el 61 por ciento, recibe menos dinero en concepto de impuestos municipales del que gasta en eliminar los residuos. Estos datos, entre otros, están incluidos en el estudio de Tasas Municipales de Residuos Urbanos de las Islas Balears que fue presentado ayer por la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y el director general de Residus i Energies Renovables, Nicolau Barceló. En el estudio, realizado en el segundo semestre del año pasado, se detecta una gran disparidad de criterios de aplicación de las tasas.
De esta forma el coste de recogida, con una media de 7.018 pesetas por tonelada en Mallorca, puede oscilar entre las 4.006 pesetas por tonelada a las 13.739 por la misma cantidad de residuos, según el municipio consultado. Es por eso que desde la Conselleria de Medi Ambient se recomienda a los ayuntamientos que unifiquen los criterios de cobro y que habiliten sistemas para, en virtud de la ley reguladora de Haciendas Locales, igualar los gastos a los ingresos obtenidos con las tasas. El hecho que desde la Administración autonómica «sólo se recomiende» la unificación de criterios responde a que las competencias están transferidas a los diferentes municipios y, por tanto, no pueden imponer su criterio.
No obstante desde el Ejecutivo se ha mandado a cada consistorio el estudio completo, la ficha correspondiente al municipio y una propuesta de ordenación fiscal en la que se pide que en la tarifa se incluya únicamente los costes de recogida, de transferencia, de tratamiento y costes indirectos. De esta forma se evita, según Rosselló, que el déficit del 60 por ciento de municipios se dispare al incluir en la tasa otros servicios como la limpieza viaria o de playas. El objetivo final de la iniciativa, según remarcó la consellera del ramo, es buscar estrategias conjuntas que favorezcan la reducción de residuos y habilitar incentivos que lleven a aplicar el concepto de «quien contamina paga» de forma eficiente.
«Si se produjera una gestión y selección previa de los residuos que fuera eficiente, los costes de su tratamiento serían más baratos y, por tanto, bajarían las tasas», señaló Barceló. En este sentido el director general aseguró que en los próximos días enviarán un programa informático a los ayuntamientos para que estos puedan calcular la tasa a cobrar y anunció la celebración de unas jornadas técnicas para unificar criterios. Por último, la Conselleria de Medi Ambient destacó que el incremento de la población flotante en meses de temporada alta turística se traduce en un incremento en la producción de residuos, situación que no se mantiene el resto del año.