La Iglesia celebra mañana, bajo el lema Los seminaristas, semillas de esperanza, el Día del Seminario, jornada dedicada a las vocaciones sacerdotales. La Diócesis de Mallorca cuenta este curso 2001-2002 con un total de 22 seminaristas, 11 en el Seminario Menor, y 11 en el Seminario Mayor. En el Camí Salard se ubica el Seminario Menor, que, según el rector, Toni Vadell, «es para aquellos adolescentes que quieren conocer más a Jesús, descubrir cúal es su vocación, al lado de chicos de su edad, y preguntarse en serio si el Señor les llama a ser sacerdotes el día de mañana».
"Los adolescentes, ¿pueden tener claro que tienen que ser curas?
"Superclaro, no. Pero estoy convencido que en la adolescencia, y en muchos casos en la infancia, los chicos tienen intuiciones que ya son muy verdaderas, tienen que tomarse muy en serio, y ayudarles a madurarlas. La vocación personal siempre se despierta a estas edades y para ello está el Seminario Menor, para ayudar a despertar la vocación.
"¿Pasan muchos chicos del Seminario Menor al Mayor?
"No pasan todos los que a mí me gustaría. Pero soy muy consciente que la misión que me ha encomendado el obispo no es la de que «haga» curas, de esto se encarga Dios. Mi responsabilidad, que comparto con otro cura, Tomeu Villalonga, y sor Bárbara, es acompañar a estos jóvenes y ayudarles a que respondan a la gran pregunta: ¿qué quiere Dios de mí?
"¿Qué ofrece el seminario para ayudar a los jóvenes a responder a esta pregunta?
"Para los niños tenemos la experiencia del Seminario Menor con dos modalidades. La tradicional o comunidad de los chicos que viven toda la semana en el seminario, que realizan sus estudios en el colegio San Pedro, y los fines de semana se dedican a la familia y amigos. Luego está la de seminaristas menores en familia: chicos que viven en su casa, estudian en el instituto de su pueblo o barrio y nos reunimos una vez al mes para hacer un encuentro, para ejercicios espirituales, convivencias y otras actividades.
"¿Es compatible la vida de familia y la vida del seminario?
"El seminario es un gran invento que ha dado mucho fruto, y todavía da. Pero a veces pensamos, en la Iglesia, que todos los métodos y sistemas son únicos y eternos. Y sólo Dios es único y eterno. Lo importante es ayudar a los chicos jóvenes a que encuentren su vocación, y para ello está el seminario, sea un seminario interno o más externo. Hay que dar respuestas al momento que vivimos, y desde el seminario muchas veces nos encontramos con dificultades para que los chicos vivan internos. Si ellos no pueden venir a vivir al seminario, intentemos salir a su encuentro con otras formas.