RUIZ COLLADO/JUAN MESTRE
El president del Govern, Francesc Antich, aprovechó ayer la
celebración del acto institucional en el Parlament con motivo de la
Diada de Balears para comunicar a los medios informativos de la
realización de una cumbre con los presidentes de las patronales
hoteleras de Mallorca, Menorca y Pitiüses el próximo jueves, día 7,
«para rebajar el actual clima de tensión y crispación existente e
intentar llegar a aun cuerdo con la ecotasa y algún otro tema».
Antich, pese a esta propuesta, dejó que claro que la intención del Ejecutivo balear es aplicar la ecotasa a principios de mayo, «aunque escucharemos todas aquellas posturas que nos presenten los hoteleros. En este sentido, lo único que pedimos son alternativas a la ecotasa con compromisos. Si los hoteleros nos piden el aplazamiento del cobro del impuesto, está claro que nos tienen que dar alternativas. Estamos abiertos a escuchar propuestas, pero siempre que las mismas vengan con compromisos».
El objetivo fundamental de la reunión con los hoteleros, «es rebajar el clima de crispación y exponer, mediante el diálogo, la voluntad del Govern de solucionar los problemas de esta Comunitat Autònoma. Yo acudo a estas reuniones para tener el máximo conocimiento de las posturas y opiniones y para conocer cómo ven la actual situación de Balears y su economía desde los distintos sectores. Espero que la actitud de todos sea la de tener la voluntad de dar soluciones a esta problemática, que al final perjudica a nuestra actividad turística», apuntó Antich.
Asimismo, en cuanto a los efectos de la crispación, afirmó: «Estoy convencido de que perjudica más a la actividad turística el clima de crispación que cualquier otra cosa, lo que debemos cerrar de una vez por todas. El Govern tiene muy claro que está dispuesto a sentarse para cerrar esta polémica de una vez por todas». Las patronales hoteleras de Mallorca, Menorca y Pitiuses han aceptado la invitación del presidente del Govern, aunque la cita puede variar de fecha, según indicaban ayer representantes hoteleros, ya que se puede adelantar. La invitación cursada por Antich va dirigida a Pere Cañellas, presidente de la patronal hotelera mallorquina; Francisco Mercadal, presidente de la patronal menorquina Ashome; y a Joan Bufí, presidente de los hoteleros pitiusos.
Representantes de estas patronales valoraban ayer de forma positiva la actitud de Antich, «ya era hora de que el presidente del Govern se diera cuenta de lo que realmente está pasando, aunque nos parece improcedente que haya hecho público este encuentro. Lo que menos interesa ahora es politizar todo lo que está pasando, dado que lo que interesa es recuperar el diálogo y afrontar de forma conjunta la complicada situación turística que se nos avecina. No son lógicas las discrepancias que hay en los niveles de ventas de reservas, por lo que hay que reconducir el tema».
El vicepresidente de la patronal hotelera mallorquina, Ignasi Esteve, indicaba que «hay que recuperar el diálogo y analizar qué se puede hacer. Hablar de aplazamientos de la ecotasa a noviembre, es un simple parche. En cualquier caso, valoramos de forma positiva la actitud de Antich». En los mismos términos se expresaba el presidente de la CAEB, Josep Oliver, «es positivo que se reúnan ambas partes, pero hay que esperar acontecimientos y que se produzca un resultado satisfactorio en este encuentro, que tiene que ir más allá del simple diálogo».
Los hoteleros, dispuestos a desembolsar 2.000
millones
Crear un fondo medioambiental y la aportación de 2.000 millones de
pesetas por parte de los hoteleros, fue la propuesta que los
hoteleros le hicieron a Francesc Antich en marzo de 2001 para
llegar a algún tipo de acuerdo. Los hoteleros le indicaban a Antich
que dicho fondo medioambiental debía contar, en una primera fase,
con fondos provenientes del sector hotelero y el Govern (2.000
millones cada una de las partes) y realizar una estudio
pormenorizado del impacto que cada sector económico tiene en el PIB
balear para definir en un plazo de dos años las aportaciones
pecuniarias de cada sector al fondo medioambiental. Si en dos años
no quedaba solventada esta cuestión y ningún otro sector aportaba
dinero, los hoteleros dejaban de poner dinero. Este fue el
principal motivo por lo que el Pacte de Progrés no aceptó esta
propuesta.