La Capilla del Consolat de la Mar do acogió la presentación del libro «1889: L'allau emigratòria de mallorquins a l'Argentina i Xile» de Joan Buades. Se trata de un volumen, el tercero de la colección «Els camins de la quimera», con que el autor profundiza en el fenómeno migratorio del campesinado mallorquín entre los últimos meses de 1888 y en el año 1889. Por la cantidad de gente movilizada, aproximadamente unas 10.000 personas, el autor considera la avalancha migratoria de 1889 como punto de inflexión que cerró la primera de las etapas de la emigración mallorquina y balear a América, abriendo el camino a una segunda etapa que tendría lugar en la primera mitad del siglo XX. En este sentido cabe señalar que, según explicó Buades, a lo largo de 1889 emigró a América casi el 4 por ciento de la población de Balears, principalmente jornaleros.
Entre las causas referidas por Buades para explicar este fenómeno se citan el incremento del número de habitantes de la Part Forana, la tributación excesiva en aquella época y la crisis agraria. A esta coyuntura interna se añadió un hecho externo completamente significativo. Los gobiernos de Chile y Argentina pusieron en marcha un programa dirigido a Europa para facilitar ayudas a los emigrantes que consistía que el viaje pudiera realizarse gratis. Con este efecto se habilitaron los llamados «pasajes pagados», con los cuales los interesados podían llegar al destino escogido sin hacer ningún gasto y, una vez allí, devolver el dinero al Estado en cuestión con su trabajo.
«Este programa sólo pudo funcionar durante un año debido a la corrupción que habí entonces, sobre todo en Argentina», señala Buades. «En aquel tiempo el billete para viajar a Argentina costaba doscientas pesetas y el salario de jornalero era de cuarenta céntimos», señala Buades. De Mallorca, especialmente significativo fue uno de los dos viajes documentados a principios del otoño de 1889 con destino a Chile. El investigador pone de relieve que entre seis y ocho mil personas despidieron ese día el barco que partía del muelle de la Almudaina. Cabe destacar que, tal y como se recoge en el libro, sólo en el año 1889 partieron de Mallorca veintisiete barcos con destino a Argentina y dos a Chile.
Éste fue sólo uno de los ejemplos destacados por Buades para aproximar al lector a la situación que se vivió en 1889. El autor del volumen no quiso entrar con detenimiento en la situación actual por la que pasa nuestra sociedad y la española con los inmigrantes, sin embargo hizo explícita la necesidad de tener en cuenta que «antes nosotros éramos los que emigrábamos. La emigración en Balears es un capítulo cerrado desde los años 60, en que pasó de ser una tierra de emigrantes a recibir inmigrantes».