La defensa efectiva de las lenguas cooficiales por parte de las comunidades autónomas en el estado español sirve para que los ciudadanos europeos con segundas y terceras lenguas regionales puedan utilizar sus idiomas con orgullo. Esta ha sido una de las conclusiones positivas del II Encuentro del Partenariado por la Diversidad que ayer fue clausurado en la sede de la Fundació La Caixa, en Palma. En la parte negativa, los portavoces del País Vasco han hablado de una situación en que «ya no se trata de mejorar la situación lingüística, sino de mantener lo que hay, en referencia a falta de sensibilidad por parte del Estado. Muchos han estado de acuerdo.
La enseñanza en lengua catalana en el Principat y en les Illes Balears ha sido objeto de análisis por su éxito al promocionar el uso lingüístico y garantizar el «orgullo» de los hablantes. El belga de habla valona Jean Luc Fauconnier fue ayer el encargado de presentar las conclusiones del Encuentro, en nombre de la Oficina Europea de las Lenguas Menos Utilizadas (EBLUL en sus siglas inglesas), destacando que «tenemos que tener la experiencia de todo Europa para conseguir una defensa efectiva de las lenguas menos utilizadas». EL EBLUL ya ha pedido al Estado español que su presidencia en la Unión Europea sirva para dar apoyo a esta cuestión lingüística, que los gobiernos autonómicos consideran pendiente por parte del Ejecutivo central.
Para Fauconnier, «algo más interesante ha sido la información facilitada sobre sistemas de enseñanza en las diferentes regiones» para favorecer el «orgullo» de ser hablante de una lengua minoritaria: «La financiación de la enseñanza es decisiva» porque los jóvenes tienen que tomar como referencia positiva el mantenimiento y desarrollo de la lengua como «patrimonio personal». El catalán ha estado presente a lo largo del encuentro, como demostró la presencia de los directores de política lingüística de Catalunya (Lluís Yugo) y de las Illes Balears (Joan Melià).