El Govern ha pedido el apoyo de sus socios para derogar la ley de los campos de golf, que fue aprobada en el año 1988. De hecho, el Ejecutivo presentó el miércoles en la reunión del Pacte de Progrés el borrador del anteproyecto de derogación de la ley de campos de golf para que los distintos grupos hagan, en un plazo de 15 días, sus aportaciones al texto. El Govern podría aprobar en el mes de marzo el proyecto de ley si consigue el apoyo de todos sus socios. El principal escollo para sacar adelante la ley puede ser la postura de Unió Mallorquina.
El anteproyecto incluye un artículo único de derogación y dos disposiciones adicionales. La primera de las disposiciones regula que los nuevos campos de golf que se ubiquen en Balears deben ser regados de forma exclusiva con aguas procedentes de depuración de aguas residuales.
La disposición segunda del anteproyecto de ley determina que quedarán automáticamente anuladas las autorizaciones de la oferta complementaria vinculada a los campos de golf en caso de que se cierren las instalaciones deportivas. El Govern quiere derogar la ley de campos de golf al entender que no tiene ninguna utilidad, ya que su único objetivo es autorizar la oferta complementaria de estas instalaciones deportivas. El Ejecutivo argumenta que la posible instalación de campos de golf queda ya exhaustivamente regulada en las Directrices de Ordenación del Territorio.
El gabinete autonómico entiende que la ley de campos de golf limita el margen de actuación de las administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo ya que la normativa mantiene el interés social para estas instalaciones. De hecho, los tribunales han tenido que aceptar el interés social de campos de golf a raíz de la ley vigente.