Los servicios de inspección de la Conselleria de Turisme detectaron el pasado año en la Isla 15.000 plazas ilegales en alojamientos turísticos legalizados, fruto de ampliaciones, cambios de estructura, construcción de anexos y cambios de uso. El Govern tiene previsto seguir con su plan de erradicación de la oferta ilegal durante este año, que «es uno de los objetivos prioritarios en esta legislatura, dado que queremos acabarla teniendo regularizada toda oferta de alojamiento turístico y cumpliendo la normativa vigente turística».
Las 15.000 plazas ilegales detectadas en hoteles, apartamentos y oferta de turismo rural-agroturismo tienen que homologarse para poder se comercializadas, «se trata de una cuestión de sentido común, dado que los empresarios turísticos tienen que cumplir la legalidad y pagar los impuestos que corresponde. Simplemente queremos aflorar la oferta turística real que hay en la Isla y poder obrar en consecuencia», indicaron las mismas fuentes del Ejecutivo autonómico.
La Conselleria incoó, en este sentido, el pasado año 18 expedientes de cierre de establecimientos, que afectan a unas 1.500 plazas. Dentro de esta «limpieza» de la oferta de alojamiento, Turisme dió de baja definitiva el pasado año 4.510 plazas dadas de baja temporal, por no haber solicitado en su día la prórroga correspondiente. Asimismo, a partir de abril se iniciará la campaña de inspección en todas las autorizaciones previas solicitadas en los últimos años y que no han pedido la licencia de apertura para así proceder a su decantación al caducar las mismas en abril de este año. Y como cada dos años, los servicios de inspección controlarán a partir de este mes la oferta de turismo rural, agroturismo y turismo interior en Mallorca.
La labor de los servicios de inspección, dentro de la campaña de erradicación de la oferta turística ilegal, ha visto en ocasiones alterado su trabajo por circunstancias ajenas a su voluntad. Así, ha transcendido que en dos ocasiones inspectores de Turisme no han podido realizar la oportuna inspección porque los dueños de dos agroturismos «soltaron los perros a los inspectores. Estos perros, de raza dóberman, no provocaron ningún daño personal porque los inspectores salieron corriendo en una ocasión hasta el coche y en la otra, al acceder al establecimiento en coche y verse rodeados de perros, optaron por irse. Como es lógico, las policías de los municipios en los que se ubican fueron avisados para proceder a la inspección sin esos problemas añadidos. La campaña de erradicación de la oferta ilegal está siendo muy difícil y complicada», añadieron las mismas fuentes del Govern.
Se da la circunstancia de que en la campaña del pasado año, «se detectó también a los touroperadores que estaban comercializando de forma ilegal esta oferta no reglada, a los cuales se les ha abierto el acta correspondiente. Principalmente, eran touroperadores alemanes y británicos... y no precisamente de los pequeños. Para este año hemos conseguido que los grandes touroperadores contacten con la Conselleria de Turisme para ver si es legal o no la oferta de alojamiento que han contratado».
El control de la oferta que se comercializa vía internet se ha agudizado, «pero cada vez es más complicado averiguarla por la picaresca que existe, en concreto en inmobiliarias alemanas que están comercializando viviendas unifamiliares enfocadas al turismo familiar. Hemos detectado alguna inmobiliaria controla hasta cien casas de la Isla». Precisamente, la oferta de viviendas vacacionales es la más complicada de averiguar. La Conselleria de Turisme tiene regularizadas 1.400 en Mallorca y el pasado año concedió la solicitud de apertura a 94, estando pendientes de resolución 362. El equipo de doce inspectores, que nunca está operativo en su totalidad, realizó el pasado año 4.500 visitas de inspección en toda la oferta turística de la Isla.