El Pacto Local planteado por el PP en su último congreso tuvo continuación con la propuesta del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de reformar la ley electoral para que sean los ciudadanos quienes elijan directamente al alcalde. La iniciativa prevé realizar un segunda vuelta cuando ningún candidato obtenga la mayoría absoluta. Al ser elegido el batle por el pueblo, la figura de la moción de censura desaparecería.
Los alcaldes mallorquines ven algunas ventajas a esta propuesta pero también inconvenientes, especialmente aquellos pertenecientes a partidos minoritarios, como es el caso del PSM y UM. En cambio, los ediles del PSOE y el PP ven con agrado la propuesta. Los primeros temen que la segunda vuelta aboga al bipartidismo; los segundos apelan a la mayor estabilidad que se daría a la Administración municipal durante toda la legislatura.
Argumentos en contra
- Tendencia al bipartidismo - La reforma propuesta fuerza en el supuesto de que se convoquen segundas vueltas a potenciar el bipartidismo, del que se ven beneficiados los partidos con mayor implantación, en el caso actual, el Partido Popular y el Partido Socialista.
- El pleno pierde poder - El alcalde gana protagonismo en detrimento del pleno, que pierde capacidad de iniciativa. El papel del pleno se relega al control de la gestión del equipo de gobierno y a la presentación de propuestas.
- Perjudica a los partidos pequeños - Los partidos que sólo pueden acceder a una Alcaldía en base a pactos postelectorales a múltiples bandas pierden casi toda la posibilidad de tener la presidencia del Consistorio en detrimento de los partidos grandes.
- Demasiado poder para el alcalde - El alcalde se convierte en la figura clave de la Administración municipal en detrimento del resto de la Corporación. La reforma otorga al presidente del Consistorio más atribuciones que hasta ahora y puede tergiversar el espíritu democrático de la Corporación.