Sir Francis Drake decía que «No es que la vida en tierra firme me resulte desagradable, ni que no adore a mi familia o amigos, pero pecaría de mentiroso si no dijera que la vida en alta mar es francamente mejor». Xisco Estarellas, Toni Reta, Noni Mascaró, Guillem Riera y Joan Bonet forman un grupo de amigos, hecho en torno a la mar, cruzando el Atlántico, compartiendo vicisitudes y fraguando un vínculo sellado por el horizonte. Al menos una vez al mes se reúnen a manteles para programar futuros proyectos, solucionar problemas y, sobre todo, volver a contar batallas, las de siempre, antes vividas con inquietud, ahora pasto de las risas.
Sin duda, el «padre» de los lobos del Mediterráneo es Francisco Estarellas, el maestro de todos. Dicen de él que en alta mar es «duro de pelar», aunque sin saber por qué «siempre vuelves», como reconoce Toni Reta, que lleva 25 años compartiendo cubierta. Estarellas dio la vuelta al mundo: «Dar la vuelta al mundo en tu propia barca es encontrar dificultades y saber solucionarlas. Pero lo más importante, para mí, fue aprender a estar muchas, muchísimas horas sentado aguantándote a ti mismo».
El que fue lobo de mar y ha dejado de serlo es Francisco Busquets, periodista y colaborador del suplemento Brisas de Ultima Hora , que vivió una experiencia que jamás olvidará. «Tuve una experiencia muy fuerte. Tenía 25 años y decidí embarcarme con Xisco Estarellas y Toni Reta para cruzar el Atlántico. Llegamos a Martinica y había que volver, pero mi miedo a la travesía de vuelta me hizo enfermar, inconscientemente. Mi orgullo de lobo de mar me impedía delante de mis amigos reconocer mi miedo y que quería volver en avión. No lo hice y entonces me puse malo. Sufrí un acceso anal. Me operaron y volví en avión, siendo recibido como un héroe. la prensa se volcó conmigo, fue algo impresionante. Desde entonces conozco los límites de uno mismo», cuenta Xisco, aún con impresión en los ojos recordando lo vivido. Otro lobo de mar es Toni Castells, un navegante por vocación, que le viene de casta por su padre, quien le inculcó su pasión por el mar. «El mar es una forma de vida, te atrapa y no puedes dejarlo, lo que pasa es que hay que saber combinarlo con otras prioridades como la familia o el trabajo».
La recuperación de las antiguas tradiciones de Mallorca se va imponiendo progresivamente en todos los ámbitos de la vida, muestra de ello es el revival de la navegación a vela latina. El retorno a la navegación a la vieja usanza, con los típicos llaüts a vela latina, está de moda. Son muchas las persones que intentan recuperar sus antiguos llaüts o adaptarlos a la navegación a vela latina. Con el objetivo de preservar esta antigua tradición, se ha creado una asociación de vela latina en Mallorca que apuesta por la instauración de una escuela de este tipo de navegación.
Aunque la navegación a vela latina se utilizó históricamente para la pesca como medio de supervivencia, actualmente esta modalidad marítima se halla íntimamente ligada a la sociedad del ocio. Uno de los más importantes mestres d'aixa de Portocolom, asegura que la navegación a vela latina «aunque es mucho más difícil, es una experiencia maravillosa ya que surcas el mar a un ritmo que se halla en consonancia con la naturaleza de las olas». El silencio y la tranquilidad son una de las virtudes de la navegación a vela latina, tal como ha destacado Andreu Amer, otro de los aficionados a esta antigua tradición. «Si bien navegar a vela latina implica unas maniobras mucho más difíciles en la ejecución de movimientos, también es cierto que esta navegación relaja y da paz interior».
Francisco Cabrer es el propietario y patrón del velero «Xispa», del Port de Pollença. Navega desde que era un niño y en su casa aglomera un buen numero de trofeos ganados en regatas. De entre las competiciones en las que ha participado, Cabrer, que actualmente navega junto a su hijo y un grupo de amigos, recuerda de forma especial la III Regata de Altura de la Bahía de Pollença que se disputa entre Barcelona y la bahía norte de Mallorca. «Fue una de las regatas más duras que recuerdo. Salimos de Barcelona y muchos barcos se vieron obligados a dar marcha atrás debido al mal tiempo. Toda la noche navegamos con chubascos y nos encontramos incluso con un cap fibló, que nos sorprendió con las velas izadas y nos obligó a arriarlas con extrema rapidez», explica Cabrer.
Patroneado por Miquel Guasp, la embarcación de competición «Viva Hotels and Ressorts» participa desde hace varios años en las principales regatas de las Islas, así como en diversas competiciones en Denia y Valencia. Además de por Guasp, su tripulación está formada por Bernat Pascual, Andreu Munar, Pere Antoni Ensenyat y Angel Méndez, todos ellos regatistas de experiencia. Entre sus excursiones más emblemáticas, la tripulación del «Viva Hotels» destaca las que se realizan durante los traslados que implican las regatas y que les han permitido conocer, además del litoral de las Islas, los paisajes más emblemáticos de la costa catalana y valenciana.