Balears ha terminado el año con la tasa de inflación más alta de España. Con un índice del 3'7 por ciento, Balears ha registrado un IPC anual un punto por encima de la media nacional. Mientras los precios subieron el pasado año un 2'7 por ciento en el conjunto del país, en Balears la tasa alcanzó el 3'7 por ciento, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los precios en diciembre subieron en Balears un 0'4 por ciento, pero la inflación acumulada ha superado todas las previsiones negativas. Los grupos más inflacionistas en Balears durante 2001 fueron enseñanza (7'8 por ciento), vivienda (7'2 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (6'1 por ciento), hoteles, bares y restaurantes (6 por ciento), bebidas alcohólicas y tabaco (4'5 por ciento), ocio y cultura (4'4 por ciento), otros (4'4 por ciento) y menaje (3 por ciento).
Sólo el transporte y las comunicaciones fueron los únicos grupos que bajaron los precios durante 2001; en concreto, en un 2 y en un 2'7 por ciento, respectivamente.
En diciembre, los precios que subieron más fueron los de ocio y cultura (2'3 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (1'2 por ciento) y vivienda (0'5 por ciento). El dato de la inflación del año 2001 fue valorado de forma negativa por el Govern, aunque el director general de Economia, Antoni Montserrat, subrayó que «cuando la actividad económica es potente, como ocurre en Balears, es lógico que los precios suban más que en resto de provincias».
Precisamente, el Govern aprovechó la reunión de ayer para destacar la buena salud de la economía de Balears tras el análisis catastrófico realizado hace unos días por el portavoz del PP, José María González Ortea. El Ejecutivo entiende que Balears ha configurado «un modelo económico más maduro, con crecimientos más pequeños, pero mucho más adecuados a la indispensable sostenibilidad de nuestro país».
«Avanzamos "según el Govern" hacia una línea fundamental de la acción política del Govern, que coincide con un clamor popular: no crecer tanto en cantidad y más en calidad y modernidad. Esto supone más calidad de vida para los ciudadanos y también más oportunidades económicas de futuro». Garcías subrayó que el propio Aznar confirmó el jueves en una entrevista televisada la buena salud de la economía española. «Si la economía nacional va bien, la de Balears todavía va mucho mejor», ironizó el portavoz del Ejecutivo, un comentario que fue ratificado poco más tarde por el president Francesc Antich en una charla informal con los periodistas. El Govern recordó que todas las cifras demuestran la «solidez de la economía balear, que están por encima de las medias nacionales e, incluso, de las europeas».
El Ejecutivo opina que «un país que recibe más de 10 millones de turistas tiene una buena base económica». «En el año 86, por poner un ejemplo, se recibían ocho millones de turistas y el país funcionaba a un excelente nivel económico», dijo Garcías.
El Ejecutivo destacó que el consumo energético registró un aumento del 8'3 por ciento frente al 5'5 por ciento nacional, mientras la media del paro registrado en España está tres puntos por encima de la tasa balear. En cuanto a la ralentización del sector de la construcción, el Govern recalcó que «el crecimiento que registra en Balears aún está por encima de la media nacional». «La década de los 90 acabó con un altísimo crecimiento, que todos consideraban exagerados y perjudiciales y poco sostenibles para nuestro país; el crecimiento desmesurado es perjudicial para nuestro territorio», subrayó Garcías.
Los sindicatos cuestionan la credibilidad del
Gobierno
Responsables sindicales de CCOO y UGT de Balears destacaron ayer la
«credibilidad cero» que merece el Ejecutivo de José María Aznar
respecto a la previsión del IPC cuyo incremento, en un 0'4 por
ciento en diciembre, «ha roto» la previsión del 2 por ciento que el
Gobierno tenía para 2001. A juicio del secretario de Acción
Sindical de CCOO, José Navarro, la falta de contención de la
inflación supondrá la pérdida de poder adquisitivo «para miles de
trabajadores y para los pensionistas y desempleados a quienes se
les aplicaron unos incrementos sobre la base de una previsión que
era del 2 por ciento y que finalmente ha sido del 2, 7 por ciento».
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Manuel
Pelarda, destacó que es el cuarto año consecutivo que el ministro
Rodrigo Rato «se equivoca».