La entrada en vigor del euro no tenia por qué representar un encarecimiento extra de los productos de consumo. Esta premisa no se ha cumplido en muchos de los casos. Esta circunstancia ya ha sido advertida por más de un cliente avezado que, a pesar del cambio de moneda, ya ha advertido un encarecimiento que en muchos casos ha sido superior a la lógica. El cambio de año siempre es aprovechado por muchos comercios y, en especial por bares y restaurantes, para revisar al alza los precios. El comportamiento comercial de los propietarios de los establecimientos ha sido muy diferente ante la llegada del nuevo sistema monetario.
Cierto es que algunos bares han aprovechado para aumentar de forma importante algunos precios. El bar Cristal, de Inca, así lo ha hecho. Sus propietarios afirman que el incremento ha sido similar al aplicado otros años. También explican que no han realizado redondeo en euros sino que han aplicado el aumento en pesetas. En este sentido, argumentan que simplemente han igualado sus precios con los de otros establecimientos.
Por una parte, en algunos bares se ha aplicado una pequeña subida y se ha traducido el nuevo precio de pesetas a euros. Este ha sido el caso del bar Can Barraxet, en Alcúdia, donde su propietario Manuel Cerdà explica que la subida ha sido moderada. Así, por ejemplo, un café ha pasado de 125 a 135 pesetas o lo que es lo mismo a 0'81 euros. Cerdà se ampara en la subida de algunos impuestos como el que afecta al alcohol para justificar el aumento. Además, afirma que no si se aplican precios mucho más caros; antes o después la clientela lo verá y puede ir a otro sitio.
Cerdà afirma que han sido los turistas extranjeros los que hasta ahora utilizan más el euro como forma de pago. En otros establecimientos, la estrategia ha sido muy diferente. Por ejemplo en el bar Can Beia, de Santa Maria, se han convertido directamente los precios a euros manteniéndose prácticamente idénticos. Eso sí, se ha redondeado al alza y también a la baja dejando cifras acabadas en 0 o en 5 para facilitar el pago por parte de los clientes.
En la comarca del Llevant, los establecimientos han sido mucho justos con el cambio de moneda. Por ejemplo, en Manacor, los restaurantes y bares se han ajustado bastante al precio antiguo en pesetas. Así lo ha manifestado Pere, el propietario del restaurante sa Sinia de Manacor, quien ha manifestado que todas las consumiciones cuestan lo mismo en pesetas que en euros. De todas formas, los precios subirán a partir del mes de febrero cuando sólo se utilice la moneda única.
En Artà, ocurre prácticamente lo mismo. En el restaurante y bar El Dorado, el propietario Tòfol explicó que «he ajustado los precios y todo vale lo mismo. Por ejemplo, el menú antes costaba 1000 pesetas y ahora 6'01 euros, mientras que un café tenía un precio de 125 pesetas y ahora cuesta 0'75 euros. Un cliente, Diego Martín, se quejó porque el camarero le devolvía el cambio con euros y solicitó el cambio con pesetas, «porque todavía no le he cogido el tranquillo».