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Mallorca, de fiesta

Miles de personas acudieron a las fiestas de Fin de Año en la 'part forana' para comer las uvas

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Centenares de personas de Manacor y familias enteras acudieron con entusiasmo a las campanadas de Fin de Año que se celebraron en la Plaça Weyler ante el campanario de la parroquia dels Dolors de Manacor. 2002 ha sido el segundo año consecutivo que se celebra este acto organizado por el Ajuntament y que ha contado con un éxito mayor que el año pasado. En esta ocasión, las campanadas sonaron bien fuertes y se pudieron oír en todas partes. La gente acudió muy animada puesto que la velada contó con la participación del grupo musical Mil·lènnium 3.

En otros pueblos del Migjorn como Campos, también se celebró una animada fiesta delante el reloj del Ajuntament a la que asistió un numeroso público, sobre todo joven, el cual se vistió con sus mejores galas para despedir el 2001 que termina y recibir con alegría el nuevo año 2002. El Pla también quiso celebrar su fiesta de Fin de Año. En Porreres puede decirse que casi todo el pueblo se desplazó a la plaça Major y delante de la iglesia parroquial para comerse las uvas de la suerte al ritmo de las 12 campanadas que daban la bienvenida al nuevo año. Como es tradición, en Porreres se sirvió el popular cremadillo que este año contó con el alcalde, Joan Sastre, como camarero mayor, puesto que no dudó ni un momento en ponerse tras la barra para servir esta singular bebida, que es muy apropiada para quitar el frío del invierno.

Como cada año, en la ciudad de Inca se celebró una animada fiesta en la Plaça Major para dar la bienvenida al nuevo año; no faltó la presencia de una orquesta que terminó de animar el ambiente festivo. Los inquers celebraron la llegada del nuevo año con cava. Este año, familias enteras decidieron tomar las doce uvas delante de la plaza del Ajuntament que presentaba un cálido aspecto debido a la iluminación navideña. Cabe destacar también que se instaló una carpa cerca del Ajuntament. La fiesta continuó hasta la madrugada en los pubs y bares más céntricos de la ciudad de Inca, algunos de ellos también contaron con carpa.

Un año más, la mayoría de selvatgins decidieron pasar el Fin de Año en Selva. La plaza del pueblo fue el punto de encuentro para recibir el año 2002. Como siempre, grandes y pequeños se concentraron puntuales frente al Ajuntament para recibir juntos la llegada del nuevo año. La novedad de este año es que el Ajuntament instaló una carpa en la plaza desde donde se podía bailar y escuchar la orquesta que animó el ambiente. Después de las doce campanadas, la fiesta continuó para los más jóvenes en los bares del pueblo.

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