PEDRO PRIETO ¿Estamos preparados para pagar y cobrar en euros? En teoría, debemos de estarlo, pues durante un año hemos sido bombardeados a través de todos los medios de comunicación, no sólo de cómo es la nueva "y única" moneda, sino cómo debemos hacer para que los cambios de pesetas a euros "y viceversa" no nos creen problemas ni nos pongan de los nervios. Incluso, en ese diluvio de información, ha caído alguna que otra transformadora de bolsillo de pesetas a euros "y viceversa" a fin de que no erremos en los cálculos.
Bien. Eso es pura teoría, según la cual no tiene por qué haber problemas. Que otra cosa muy distinta será la práctica, sobre todo en los primeros días, puesto que a partir de marzo, cuando todo sea en euros, ya no habrá problemas de ningún tipo, pues todo se pagará -y se cobrará- en euros. De ahí que algunos piensen que si en España se hubiera hecho lo que en Alemania, que desde el 1 de enero de 2002, todas las operaciones serán en euros, habría sido mejor, puesto que nos habríamos evitado lo de las equivalencias. Pero eso no va a poder ser.
Los taxistas, en lo que les cambian el marcador de pesetas a euros del taxímetro, tendrán que echar mano de la maquinita. ¿Que para cuándo el cambio? Según nos explicaron unos taxistas con parada en la Platja de Palma, frente al Riu, para enero, que será cuando se suban las tarifas. «Creo que han dicho que aprovecharán para hacer el cambio -nos decía una taxista mostrándonos una eurocalculadora-. Mientras tanto, tendremos que echar mano de ésta, que es lo mejor ¿saben?, porque con ella nos evitaremos muchas equivocaciones».
El problema dejará de serlo siempre que todos entiendan el cambio y reconozcan las monedas de los céntimos. «De lo contrario, si hemos de esperar a que el cliente verifique con su calculadora el precio que le hemos dado, y que luego, tras reconocer cada una de las monedas que le entreguemos, compruebe que el cambio que le damos es el correcto, pasará un tiempo, que en según qué sitios hayamos parado para descargar puede producir un pequeño atasco circulatorio», de lo cual se deduce que el cambio puede acarrear problemas. Los taxistas encuestados habrían preferido más el cambio total de moneda el día 1 de enero, y que los taxímetros desde ese mismo día funcionaran en euros.