A media tarde de ayer, tal y como adelantamos días atrás, llegó a Palma la actriz y modelo norteamericana Angélica Bridget. La que fuera, y volverá a ser a partir de marzo, heroína en la serie norteamericana Los vigilantes de la playa, llegó de Madrid. Cubría su cuerpo con un abrigo entreabierto y sus bellos ojos con unas gafas de sol. En todo momento se mostró muy simpática y accesible, tanto que no parecía una famosa. «Vengo "dijo" para ver a mi amigo especial Antonio Fontaneda y a conocer un poco esta Isla, y si puedo, bañarme en una playa».
Angélica es de Missouri, estudió baile e interpretación desde muy joven. Ha trabajado en el cine en varias películas, entre otras Connan y Vip, está con Pamela Anderson, a la que parece que admira y que, según confesó, cree que no desbancará en cuanto a popularidad en Los vigilantes de la playa. «Usted, anatómicamente, es más natural que Pamela», le decimos. Y Angélica se ríe. «Claro, claro, ¡ja, ja! Es muy importante ser natural». «Supongo que no estará dispuesta a perder su 'naturalidad', ¿no?». «No sé... "sonríe otra vez" estoy bien así».
Fue también Miss América Joven, en California, y como modelo estuvo en la nómina de Elite. De entre los trabajos que hizo para esta firma destacaríamos el de la Pepsi Cola y American Express. Aunque recientemente ha sido portada de Play Boy, en cuyas páginas interiores "curiosamente" no aparece desnuda, sino vestida y muy guapa y elegante, jamás ha sido Play Mate.
Con el pie en el interior del coche que la conducía al hotel donde la esperaba Fontaneda (no me extrañaría nada que ella y Antonio fueran objeto de un reportaje para una conocida revista del corazón. Y si no, al tiempo), confiesa que el 11-S «fue una gran tragedia para todo el mundo, y muy especialamente para Estados Unidos. El 11-S ha supuesto un gran cambio. Ya nada es como antes».