Dos noticias. Una buena y otra mala. La buena es que la Conselleria de Transports ha limpiado los hierbajos de la vía del tren en el tramo correspondiente a la entrada a Palma. (Ya que estaba ahí, podía haber retirado los restos de vía que se apilan en uno de los lados). También es bueno que hayan colocado unos carteles indicando que es peligroso cruzar la vía.
La mala es que en la nueva estación de autobuses, aparte de que el otro día se quedó encerrada en uno de los váteres una compañera mía, pues la puerta no tiene pestillo, por tanto se bloquea y si uno está dentro se queda encerrado, es que las puertas del WC de señoras siguen sin pestillos, por lo que, o la dejas abierta, con peligro de que te la abra alguien y te vea, o seguro que te quedas encerrado como la compi y ¡hala! a aporrear la puerta para que te oigan y te saquen de allí dentro.
Y, siguiendo con la noticia mala, en el wáter de hombres, al menos en dos, en uno la caca reseca se sale por la taza que es un primor, y en el otro, flota sobre el agua a punto de salirse. ¡Ueggggg! Da tanto asco, a uno se le queda la cara como la del Fary cuando mastica un limón. Ayer me llamaron dos usuarios. «Venga a verlo, pues si uno no lo ve, no lo cree». Así que me acerqué a verificarlo y... ¡Uegggg! ¡Qué asco! Y como quien dice, se acaban de estrenar. ¿Pues como olerá cuando lleven un año? ¿No eran los señores del Pacte los que tanto han criticado lo mal que ha hecho el Ajuntament el Parc de las Estacions? Pues ahí, en lo suyo, en según que cosas han dejado bastante que desear. Menos mal que el nuevo conseller es persona eficiente y rápida de reflejos y seguro que lo limpia y lo brilla para que de esplendor. Mientras tanto, ¡ueggg, qué asco!