La presidenta de EMAYA, Maria Crespo, dio a conocer ayer que a partir del 3 de diciembre se pone en marcha la figura del controlador medioambiental. Habrá en total doce controladores y actuarán en nueve zonas de Palma. La primera barriada elegida, como experiencia piloto, ha sido la de Santa Catalina.
«La misión del controlador será informar y, a su vez, denunciar al ciudadano que incumpla la Ordenança Municipal de Neteja, Deixalles i Residus Sòlids Urbans», destacó Crespo, y añadió que el controlador, respaldado por miembros de la Patrulla Verda, estará provisto de un carnet acreditativo, folletos informativos, bloc de denuncias y cámara de fotos. Las multas que podrá imponer el controlador oscilarán entre las 5.000 y las 25.000 pesetas.
Entre las actuaciones prohibidas por las ordenanzas se encuentran tirar la basura fuera de las horas estipuladas, arrojar trastos a la vía pública que entorpezcan el paso de los peatones o que los dueños de los animales abandonen los excrementos en la vía pública. Por otra parte, Crespo destacó que en 2001 ha habido unas veinte sanciones por incumplimiento de la normativa municipal sobre ruidos.