La pérdida de arena en numesas playas de las Illes Balears como consecuencia del temporal abre de nuevo la polémica sobre la regeneración artificial. En Mallorca, la playa de Can Picafort ha sufrido una perdida importante de arena, además de las de Son Bauló, Platja de Muro o la del Port de Pollença. En Eivissa, la situación es mucho más crítica: hay un 30% de playas afectadas y, la que menos, ha perdido el 70 por ciento de arena.
Demarcación de Costas de Balears, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, está estudiando la solución a adoptar en cada playa afectada como organismo competente en la zona de dominio público marítimo-terrestre, pero la Conselleria de Medi Ambient ya advierte que no dará el visto bueno a la regeneración de playas con arenas de otros yacimientos que no se han visto afectados por el temporal.
De hecho, Onofre Rullán, director general de Litoral, recuerda que el Pacte de Progrés incluyó en el acuerdo suscrito rechazar regeneraciones artificiales en las playas que causen impacto sobre el fondo marino. Rullán apunta que Medi Ambient estaría de acuerdo con que la arena que se ha removido por el temporal se recomponga y resitúe en la playa y, después, instalar elementos mecánicos de fijación de la arena para evitar su pérdida.
Por su parte, Jaume Servera, profesor del departamento de Ciències de la Terra a la Universitat de les Illes Balears, geógrafo y especialista en geomorgología y dinámica litoral asegura que «las playas artificiales no tienen capacidad para soportar un temporal, tal y como se demostrado durante la pasada tempestad». «La primera impresión de todo lo que ha sucedido es catastrófica, pero hay que matizar esta afirmación. Es catastrófica para los intereses humanos, pero una costa en buen estado natural no hubiese causado tantos daños al hombre. Así, todo lo que ha pasado es previsible y normal», agrega.
De la misma opinión es Antoni Muñoz, miembro del GOB, quien asegura: «El Port de Pollença se regeneró artificialmente y es normal que con el temporal pierda arena, porque no tiene estabilidad». Muñoz descarta totalmente la regeneración artificial de las playas porque «es un altamente impactante y transitoria. No es un sistema sostenible».