El 'IV Congreso Internacional de Protocolo' concluyó ayer, tras tres días de debates en el Pueblo Español de Palma, con una declaración conjunta de intenciones a favor de potenciar la unión de los profesionales del sector y hacer frente a los problemas internacionales que han puesto, más de moda que nunca, la labor de quienes se dedican al protocolo y la organización de actos. Los profesionales del protocolo apuestan por la creación de un código deontológico que evite el intrusismo y ponga las bases para el futuro desarrollo del protocolo internacional y la organización de ceremonias, congresos y todo tipo de actos en los que haga falta un experto en la materia.
En estos tres días de congreso se han debatido desde las técnicas actualizadas para la organización de actos al protocolo en el mundo del deporte, la justicia, el sector turístico y la empresa, pasando por el protocolo específico que se aplica en Balears y el protocolo oficial de Estado; además del protocolo internacional. Tal y como explicó María Teresa Otero, doctora en Ciencias de la Información y profesora de la Universidad de Sevilla, «en esta sociedad en la que todos los presentes desarrollamos nuestra labor profesional, el protocolo cumple unas funciones de primerísimo nivel que se enmarcan en el proceso de gestión de las organizaciones en una función directiva».
Por su parte Teresa Arroyo, historiadora y experta en protocolo, se mostró a favor de unir las nuevas tendencias de la etiqueta actual «en dos vertientes, una como diseño de moda y otra como aproximación a la sociedad actual». Las nuevas tecnologías también tuvieron un lugar destacado en este congreso. Javier Carnicer, jefe del gabinete de las Cortes de Aragón, explicó que «las herramientas informáticas aplicadas a nuestra disciplina abren un nuevo concepto del trabajo o, al menos, de la organización del trabajo en el protocolo», además de explicar un sistema en red interna utilizado por las Cortes de Aragón.
El protocolo en la liturgia también contó con un espacio en este congreso. Joan Torrens, doctor en Sagrada Liturgia, delegado diocesano de Liturgia y Religiosidad Popular de Mallorca, quiso dejar claro que «la liturgia consiste en regular, probar y orientar el culto, para que la forma de celebrarlo coincida con las directrices prácticas que exige él mismo. Siempre la llave de interpretación del culto está dentro del mismo». Y un sector tan importante en nuestras Islas como es el turismo no podía faltar en el congreso. Mateo Cladera, jefe de relaciones externas y protocolo de AENA, fue el encargado de coordinar el panel destinado al protocolo turístico.
Cladera explicó que «dada la inexistencia de un marco normativo al que acogerse a la hora de organizar actos en el sector turístico, el responsable de esta área de la empresa deberá aplicar sentido común, creatividad y el conocimiento de los tres grandes protocolos para dar solución a las diferentes situaciones que se vayan planteando en el ámbito de la empresa turística». Tal y como explicó Carlos Fuentes, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo (EIP) y del IV congreso, este encuentro ha servido para intercambiar opiniones y «para dar numerosas respuestas a los numerosos conflictos internacionales» y para unir a los profesionales del protocolo con «un compromiso con la sociedad».