El portavoz de EU, Eberhard Grosske, realizó una intervención mucho menos idealizada que la realizada un día antes por el president de Govern, a quien recordó la necesidad de acometer de una vez por todas una auténtica política en materia de ordenación del territorio. Grosske aseguró que el actual modelo de Balears es insostenible.
De hecho, el diputado de EU exigió al president que se aclaren de una vez por todas los términos del acuerdo del Govern en materia de ordenación del territorio y marcó seis objetivos concretos que deben llevarse a cabo como la programación de licencias, el descenso de los porcentajes de crecimiento urbanístico, la necesidad de acometer desclasificaciones aunque suponga un desembolso para el Govern y la reforma de la ley de disciplina.
Grosske reconoció que la respuesta dada por el president no había despejado todos los interrogantes que plantea su formación política. Pese a que admitió que los problemas estructurales de la Comunitat no se arreglan ni siquiera en cuatro años, también calificó de «espectacular» la gestión realizada por el Govern. A cambio, tuvo palabras de reproche para el Gobierno central. «Madrid nos matas. "señaló". A la vista de eso, no sé si Matas hacía menos daño como president que como ministro».
El portavoz del PSM, Pere Sampol, fue mucho menos crítico en materia territorial, si bien incidió en la necesidad de desplegar el desarrollo institucional de la Comunitat e incluso cuestionó si para Balears resultaría más rentable convertirse en un auténtico Estado.
EL dirigente nacionalista se mostró especialmente duro con el Gobierno central y con el PP de Balears y llegó a decir que, tras muchos años con la sensación de que Madrid ha ignorado a la Comunitat, «ahora tenemos la sensación de que nos hemos convertido en la obsesión del Gobierno».