El president Francesc Antich aseguró ayer en el debate del estado de la Comunitat que su Goven «avanza tan deprisa como es posible», con el viento a favor y sin renunciar a nada, ni siquiera «a aquellas dosis de utopía». Antich auguró que se podrá consensuar un modelo territorial, que la ecotasa se aplicará «más tarde o más temprano» y volvió a cuestionar con dureza la actitud del Gobierno central hacia Balears. El president pronosticó, además, que la crisis provocada por los atentados del 11 de septiembre no afectarán demasiado a Balears.
En un discurso que duró más de una hora y media, algo más de lo habitual, Antich recalcó que su Govern «camina con la misma ilusión tranquila que el primer día» y precisó que el programa del Pacte de Progrés se realiza con «un trabajo constante, firme y prudente». No obstante, Antich entiende perfectamente las prisas de los ciudadanos que «quieren que Balears cambie para bien».
El jefe del gabinete autonómico reivindicó que Balears debe ser un país con identidad propia, y subrayó que su gobierno quiere ofrecer «soluciones a las necesidades concretas de los ciudadanos, pero también tenemos la responsabilidad de intregrarlos con ilusión en la construcción activa del país». «Tengo claro que, sin soluciones concretas, la política es pura demagogia», dijo. En este mismo sentido, Antich explicó que la primera señal de identidad son las personas de este país, una gente que, según el president, «desprende pluralidad y autoestima».
Tras definir la identidad propia de Balears, Antich inició sus ataques contra el Gobierno central. El president espera que Madrid comprenda que «Balears no es sólo un departamento administrativo» sino «un Estado y no una institución tutelada», y reivindicó que se modifique la Constitución para configurar un Senado «como la auténtica Cámara de representación territorial».