Govern y Consell han llegado a un acuerdo por el que la moratoria que presentó el conseller Josep Antoni Ferrer poco antes de dimitir acabe en vía muerta y no llegue a aprobarse en el Parlament, requisito esencial para que entre en vigor. Según explicó ayer el responsable de Urbanisme del Consell de Mallorca, Rafael de Lacy, existe un principio de acuerdo con Francesc Quetglas para dejar la moratoria sin aprobación definitiva pero, a cambio, el Govern seguirá adelante con la propuesta de reformar las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT).
Lacy explicó que la reforma de las DOT se limitará en su mayor parte a establecer los porcentajes de crecimiento, lo que en la práctica representa la aprobación por ley del sistema de cupos.
En este acuerdo queda claro que la dirección urbanística y territorial estará en manos de los consells insulars y se concretará en la redacción de los respectivos Planes Territoriales Insulares. Los consells de Menorca y de Eivissa tendrán manos libres para aprobar las respectivas moratorias cuando decaiga la del Govern. El conseller d'Urbanisme del Consell aseguró además que confía que el PP se sume a la iniciativa.
El conseller realizó estas declaraciones al finalizar un pleno del Consell en el que las cuestiones urbanísticas volvieron a centrar el debate. El portavoz del PSM, Antoni Alorda, explicó que la aprobación del PGOU de Calvià ha permitido destapar que un hotel de la localidad ha incumplido el decreto Cladera que establece la construcción de 30 metros de zonas verde por cada una de las plazas.