La pesca deportiva no está reñida con la pesca responsable. Los pescadores de Pollença han querido dejar claro que este deporte no tiene un fin acaparador y que aún hoy es posible colaborar en diferentes investigaciones científicas disfrutando de un día de pesca en alta mar. El Club Náutico del Port de Pollença ha organizado por primera vez en Balears unas Jornadas Mediterráneas de captura y suelta, con la colaboración del Ajuntament de Pollença y las conselleries de Esports y Agricultura. El éxito de esta iniciativa, en la que han participado media docena de embarcaciones, llevará a repetir la propuesta en breve.
A diferencia de lo que ocurre en las tradicionales competiciones de pesca de altura, en las competiciones de captura y suelta los pescadores no regresan con la presa a sus hogares, sino que la marcan, identificándola y liberándola al instante contribuyendo así a conocer los movimientos migratorios de determinadas especies. Los peces que han sido capturados portan durante un periodo aproximado de 10 años un pequeño arpón junto a su aleta central que les identifica y detalla informaciones de interés, como el lugar de la captura, el peso del ejemplar y la especie, entre otros.
Este tipo de iniciativas se practican desde hace años en la isla de Fuerteventura, en Canarias, desde donde han sido importadas por el Club Pollencí, que colabora con importantes estudios oceanográficos como los que promueve el Institut Mediterrani d'Estudis Avançats (Imedea). La colaboración va más allá del marcaje y suelta de las capturas; los socios del club se han comprometido además a entregar al Imedea la cabeza de todas las capturas de atún rojo que se realicen esta temporada. Se calcula que los socios de un club como el de Pollença pueden contribuir a las investigaciones con la entrega de entre 25 y 30 cabezas de atún rojo al año.
Durante las primeras Jornadas Mediterráneas de Captura y Pesca celebradas el pasado 13 de octubre en Pollença se capturaron 48 peces: 16 llampugas, 18 albacoras, 11 atunes rojos y 3 agujas, de los que fueron marcados 13 ejemplares, concretamente seis albacoras y siete atunes rojos, las dos especies que actualmente tendrán un seguimiento científico. Todos los arpones incluyen los datos del instituto científico al que deben remitirse los ejemplares en caso de ser nuevamente capturados. Este sistema permite conocer los movimientos migratorios de las diferentes especies, así como datos significativos sobre su evolución. Existen institutos en todo el mundo asociados a programas de marcaje.