La psicosis terrorista no parece despegar de Balears. Otro caso ha tenido lugar este fin de semana en un vuelo de la compañía aérea alemana LTU con destino Palma-Sttugart, que obligó a intervenir en el aeropuerto germano a los servicios de salud alemanes para averiguar si a bordo del avión había indicios de ántrax, según confirmó ayer un portavoz de la LTU en su sede de Dusseldorf.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo en un vuelo que partió a primera hora de la mañana. Así, un miembro de la tripulación detectó un polvo blanco sospechoso en una bandeja en la zona de la cocina, lo que motivó la alarma y obligara al comandante del vuelo a avisar al aeropuerto de Sttugart. El avión aterrizaba a las 12.30 horas en el aeropuerto germano, procediéndose de inmediato a su aislamiento en una pista de rodadura como medida de seguridad preventiva. Los servicios de salud alemanes entraron en el avión para inspeccionar la sustancia y confirmar si en realidad era o no ántrax. Los pasajeros estuvieron retenidos en el avión por espacio de dos horas, procediéndose a su traslado a la terminal del aeropuerto. El avión, por el contrario, ha estado inmovilizado cerca de 28 horas.
Al parecer, el citado polvo era inofensivo y todo fue una falsa alarma, que hay que sumar a las que se están produciendo en otras compañías, como ayer en un vuelo de Delta Air en Estados Unidos.
Los dos «bromistas» cuyo supuesto comentario en la facturación de maletas en el aeropuerto de Eivissa provocó en la tarde del lunes no sólo la alarma sino el desalojo y el retraso del vuelo (IB-1763) a Barcelona durante más de cuatro horas despegaron a primera hora de la mañana de ayer en otro aparato de Iberia al primer destino que habían elegido antes de que ocurriera todo.