El president del Govern, Francesc Antich, propuso ayer a los cónsules acreditados en Balears crear una oficina de ayuda que solvente los problemas más comunes que afectan a la legaciones diplomáticas. Antich sugirió esa posibilidad en el transcurso de una reunión celebrada ayer en el Consolat de la Mar con los representantes del cuerpo consular convocada para abordar cuestiones relativas a la política de normalización lingüística que lleva el Ejecutivo balear y la situación internacional.
Sobre esta última cuestión, Antich dijo que todos los cónsules acreditados en las Islas habían expresado su preocupación por lo que está ocurriendo con la acción bélica desarrollada por Estados Unidos en Afganistán tras los atentados terroristas en Nueva York y Washington. «Todos ellos, como nosotros, saben que la situación es preocupante, pero no creen que vaya a afectar de forma particular a Balears ni a su turismo», dijo el president del Govern. En ese contexto, el decano de los cónsulares en Balears, Pedro Pablo Marrero, señaló que los representantes diplomáticos acreditados en Balears agradecían a Antich el hecho de haberles convocado, y calificó de «muy interesante» la oferta de crear una oficina de ayuda a los consulados.
El agente consular de Estados Unidos, Tumy Bestard, por su parte, dijo que la posible creación de una oficina para los consulados «será positiva», aunque recordó que en sus largos años como representante de EE UU en las Islas había conocido en dos o tres ocasiones una oferta similar. Dijo, asimismo, que ciudadanos de Estados Unidos le habían escrito para preguntar si Mallorca era un destino turístico seguro, «circunstancia que nunca antes había ocurrido», subrayó. El cónsul de Alemania, Peter-Christian Haucke, por su parte, declaró al finalizar la reunión que había solicitado a la delegada de Gobierno en Balears, Catalina Cirer, que incremente la vigilancia en la sede consular germana. Todo ello, debido a la actual situación de crisis provocada por los atentados terroristas en Estados Unidos.