Antoni Monserrat lleva a sus espaldas todos los problemas laborales derivados de la suspensiones de pagos y quiebras de las compañías Spantax, Hispania, Air Sur, Nortjet, Universair-Meridiana, LAC, Centennial, Oasis y BCM. Asimismo, ha partido en los expedientes parciales de LTE y Viva Air. Su faceta como asesor laboral le ha convertido en estos años en un experto de primer nivel para analizar la industria turística aeronáutica y el impacto de los últimos acontecimientos derivados de los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre (11-S) contra Estados Unidos.
"¿Estamos ante un sector de alto riesgo?
"Cuando todo va bien, los beneficios sobre facturación se sitúan en
un cinco por ciento, de ahí que cualquier variación al alza o a la
baja tiene un efecto inmediato. Estamos ante un sector estratégico
para toda la economía mundial y que en el caso de Balears tiene un
peso específico aún mayor, ya que la industria turística no hubiera
existido sin la aviación comercial. Y es cierto que con todo lo
sucedido estamos ante un sector de alto riesgo.
"¿La temporada de invierno puede agudizar la situación
económica de las compañías aéreas?
"En invierno se han producido el 90 por ciento de los expedientes
de regulación. Es un hecho histórico que hay que tener en cuenta en
las actuales circunstancias que estamos viviendo. Hasta el 11-S las
compañías estaban embarcadas en proyectos de crecimiento, cuando la
realidad del mercado no invitaba a estrategias de expansión,
circunstancia que en el último año había creado dificultades a
todas las aerolíneas. El 11-S, en este sentido, ha sacado a la luz
los problemas económicos ocultos de todas las compañías aéreas y
mostrado la fragilidad de las aerolíneas y de un sector.
"¿La situación se ha agudizado con todo el proceso de
privatizaciones?
"Es cierto que la actual coyuntura nos ha puesto encima de la mesa
un aspecto novedoso. En los últimos años hemos vivido un rosario de
privatizaciones, circunstancia que tras el 11-S ha generado
reacciones empresariales de todo tipo, como lo sucedido con la
compañía Swissair y la consiguiente ola de críticas contra el
Gobierno suizo por el daño de imagen que se ha generado al país. Si
esto lo extrapolamos a nuestro país, podemos vivir una situación
compleja de consecuencias incalculables para un sector que es vital
para la economía balear. A esto hay que sumar que a partir de 1995
las compañías chárter han podido entrar en el tráfico regular, lo
cual ha convertido estructuras empresariales flexibles en rígidas
que no puedan operar del mismo modo ante una situación de crisis
como la actual. El chárter se adapta rápidamente a los movimientos
de mercado, pero la estructura regular de una compañía tiene una
serie de obligaciones lo que dificulta la toma de decisiones
estratégicas. El gran negocio que ha supuesto a las compañías
privadas entrar en el tráfico regular comporta riesgos en materia
de costes, que ante una situación de debilidad de la demanda por
problemas de costes no se puede actuar de la misma forma que cuando
se opera como compañía chárter.
"¿Realmente estamos ante un período de crisis en el
sector aeronáutico?
"Las compañías aéreas españolas, comunitarias y del resto de países
han visto cómo se han disparado los costes de producción en el
último año y medio por los vaivenes de cotización del barril de
petróleo y el dólar. Pero ha tenido que ser una fecha fatídica como
la del 11-S la que ha demostrado la fragilidad y falta de solidez
que hay en este sector empresarial. A partir de ahora, puede pasar
cualquier cosa y no se descarta ningún tipo de escenario.
"¿Cómo puede verse afectada Balears por este nuevo marco
de actuación?
"Balears es junto a Canarias la única comunidad autónoma del país
donde todas sus autopistas, en este caso aéreas, son de pago. Toda
la actividad económica de las Islas se fundamenta en el sector
aéreo, convirtiéndose en el auténtico motor. Ante un riesgo de
debilidad como el actual, la responsabilidad de la Administración
central es mantener la operatividad de las aerolíneas. Aquí, se
encuadra la declaración de las rutas con las Islas de servicio
público.
"¿Es partidario de las ayudas estatales y comunitarias a
las compañías aéreas?
"El Gobierno más liberal del mundo, como es Estados Unidos, ha sido
el primero en arbitrar ayudas económicas para las compañías aéreas.
Los gobiernos suizo y belga también han reaccionado a tiempo. El
Gobierno español debería tomar nota y apoyar a las compañías aéreas
españolas. Hablar de incrementos de tasas aeroportuarias o tarifas
es absolutamente negativo porque lo único que hace es retraer la
demanda. Hasta el 2004 viviremos una situación de turbulencias que
vendrá seguida de período de fuerte crecimiento y expansión en
materia aeronáutica. Es por ello que, pese a los problemas
actuales, hay que tener confianza y esperanza en que todo volverá a
la normalidad.
"Una pregunta clave en este escenario tan delicado es
saber si las compañías aéreas con problemas cumplen todos los
requisitos en materia de mantenimiento de los aviones, ¿hay o no
hay relajación?
"La seguridad en materia de mantenimiento de los aviones es la
mejor que hay en el mundo. La seguridad es absoluta. Tengo la
certeza, porque conozco muy bien a este colectivo, de que los
equipos de mantenimiento de las compañías aéreas españolas no
permitirían despegar un avión sin estar en perfectas
condiciones.