«El aumento de la motorización y el tráfico rodado siguiendo las tendencias actuales será difícilmente sostenible. No sólo por el empeoramiento de las condiciones de tráfico, que producirán un aumento del coste del transporte, sino por el aumento de los costes de mantenimiento de la red, el aumento del consumo de recursos energéticos, los impactos en el entorno insular y, al fin y al cabo, la disminución de la calidad de vida que ofrece la isla de Mallorca». Así de contundente se pronuncia el diagnóstico del Plan Territorial de Mallorca sobre el futuro de las carreteras de la Isla, un estudio que debe servir de base al Consell para adoptar soluciones a largo plazo. Además, la institución insular debe asumir la gestión de las carreteras de Mallorca a partir de enero del próximo año.
Sin embargo, la planificación de la red de carreteras no será fácil. El diagnóstico advierte que el crecimiento de la oferta de carreteras en la isla de Mallorca ha sido mucho más limitado que el de su demanda. Esta es, según los técnicos, la principal causa de la congestión de tráfico que se registra hoy en día en la Isla. El gran problema es que un crecimiento de la capacidad de la red de carreteras que igualase la demanda no solucionaría totalmente los problemas de Mallorca. «El crecimiento de la red de carreteras dependerá del modelo territorial que se haya seleccionado para la isla», señala el diagnóstico del Plan Territorial.
El informe plantea la necesidad de adoptar soluciones para el turismo y, entre otras cosas, propone imponer la velocidad controlada, la mejora de las áreas de servicio, los miradores de paisaje, la señalización adecuada y la mejora del auxilio en carretera.
Asimismo, el diagnóstico del Plan Territorial plantea que deben crearse infraestructuras especializadas para dar servicio al transporte por autobús en plataformas propias o carriles reservados. También propone la creación de infraestructuras para peatones, ciclistas y específicas destinadas al turismo.
El diagnóstico del Plan Territorial hace una mención a las autopistas o autovías para solucionar los problemas de tráfico, aunque no se pronuncia si deben construirse en Mallorca. En cambio, el informe recuerda la necesidad de suprimir vías con tercer carril.