Dentro de los actos de la Festa de la Dedicació de la Seu de Mallorca, tuvo lugar a lo largo del día de ayer, a primeras horas de la mañana, la misa estacional presidida por el señor obispo, Teodor Úbeda, y concelebrada por el Capítol de la Catedral. Concluida la misa, se leyó la «Memòria de la Catedral de Mallorca 2000-2001», a la vez que se dio conocimiento de las restauraciones e intervenciones de su patrimonio histórico y artístico desde octubre de 2000.
A partir de las cinco y media de la tarde, y por espacio de una hora, tuvo lugar una visita guiada a la Seu, algo que no se hacía desde hace años. Los visitantes, en número respetable y de la mano del canónigo Pere Llabrés "buen conocedor de la Seu como puso de manifiesto en todas sus intervenciones", hicieron un completo recorrido por capillas y salas de la primera iglesia de Mallorca a la vez que visitaron lugares como los sepulcros de los reyes de Mallorca, Jaime II y Jaime III, el Coro y el Presbiterio. La visita fue un completo éxito en todos los aspectos. El guía pensaba «que estaríamos en familia y somos más de cuatrocientos». Tal vez se había quedado corto en la apreciación del número de visitantes, pues, éramos tantos, que en la sala del tesoro se tuvo que entrar en tres turnos, y en la cripta de los reyes en algunos más. De todo esto se deduce que no estaría mal volverla a repetir con mayor frecuencia, pues quedó claro que hay público.
Finalmente, y tras la misa dominical, se inauguró el II Festival Internacional d'Orgue, siendo el maestro Luca Salvadori el encargado de dar el primer concierto del ciclo.