La trayectoria del Régimen Especial de Balears no ha sido un camino de rosas. La ley fue impulsada por el Govern que presidía Gabriel Cañellas, quien anunció su proyecto en el debate de política general del año 93. La intención era reclamar medidas ante Madrid para compensar los efectos de la insularidad, aunque el texto que aprobó el Parlament no tuvo nada que ver con la ley que finalmente aceptó el Congreso de los Diputados. Tres años después de su entrada en vigor, el Régimen Especial es un proyecto que apenas se ha desarrollado y que está «dormido» por la falta de voluntad política de Madrid.
La ley comenzó a redactarse en 1993 cuando el conseller d'Hisenda era Jaume Matas, quien mantuvo numerosas reuniones con sectores económicos de Balears para articular un proyecto legislativo que pudiese compensar la insularidad. La ley no fue aprobada hasta la legislatura siguiente. El debate en el Parlament fue muy largo. Al final, el REB fue aprobado con los votos de todos los grupos parlamentarios menos el PSOE, que denunció que el proyecto pretendía convertir a Balears en un paraíso fiscal y vaticinó que la parte fiscal de la ley no sería admitida ni por Madrid ni por la UE. Y acertó.
Cuando Matas ya era presidente, el texto comenzó a tramitarse en el Congreso de los Diputados, aunque la ley que fue aprobada apenas tenía alguna relación con el proyecto original. Casi todos los artículos fueron eliminados "70 de 72" y se incluyeron otros que lo único que proponían era crear comisiones mixtas para analizar los problemas de la insularidad. Además, toda la parte fiscal de la ley original quedó suprimida. El PP"nacional se llegó a plantear no admitir a trámite la ley aprobada por el Parlament, aunque finalmente Matas pudo evitar lo que hubiese sido un duro golpe para él y su gobierno. El texto fue admitido trámite con los votos en contra del PSOE, EU y Coalición Canaria, aunque finalmente todos estos grupos apoyaron la ley que se encargó de mutilar el Gobierno central.