El Govern reclamó ayer el respaldo de todos los colectivos económicos y sociales de Balears para reivindicar ante Madrid el Régimen Especial (REB), cuyo desarrollo podría suponer unos beneficios de 216.000 millones de pesetas para las Islas. En un acto convocado en el Consolat de Mar, y que contó con la participación de la mayor parte de las 60 instituciones, asociaciones y colectivos que han participado en las reuniones para analizar el desarrollo del REB, el president Francesc Antich afirmó que «Balears debe demostrar que es un país fuerte». «Los países, para avanzar, necesitan de la colaboración de las instituciones y de la sociedad civil», planteó el president, quien recordó que el Régimen Especial «es un instrumento legislativo que define las necesidades de nuestras peculiaridades y las necesidades de nuestra propia fisonomía de país».
Por este motivo, el jefe del Govern dijo que el impulso del Régimen Especial debe ser una labor «de toda la sociedad isleña en su conjunto». «Durante los últimos meses el Govern ha hecho un papel de locomotora y ha pedido la participación de los colectivos de la sociedad civil», insistió Antich. El propósito del Govern es convertir en realidad la reivindicación conjunta de la compensación de la insularidad, lejos de partidismos y de actitudes que puedan perjudicar el interés general de todos los ciudadanos de Balears. «No es hoy el día ni la ocasión "comentó Antich a los asistentes" para reiterar las numerosas críticas que he formulado al Gobierno central por haber tenido, durante más de tres años, el Régimen Especial en el más puro estado de hivernación». El presidente del Govern subrayó que, cuando en enero del 2002 España asuma la presidencia de la Unión Europea, remitirá un informe a José María Aznar «para que se hable de la situación de las islas» en la comunidad europea.
En la misma línea se pronunció el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, quien explicó los antecedentes del Régimen Especial, una ley aprobada en el Congreso de los Diputados cuando Matas era president del Govern. Mesquida recordó que el proyecto original aprobado por el Parlament, denominado Régimen Económico y Fiscal, fue modificado prácticamente en su totalidad en el Congreso para suprimir toda la parte fiscal que incluía el texto inicial. Mesquida, quien reconoció las dificultades «para que en Madrid y Bruselas entiendan que disponer de la renta per cápita más alta no significa tener las mejores infraestructuras», admitió que ha visto últimamente «un cierto cambio» en la actitud del Gobierno central para desarrollar el Régimen Especial. «Estamos superando una fase de ignorancia por parte del Gobierno central», agregó el titular d'Hisenda. Durante su intervención, Mesquida agradeció la colaboración de todos los sectores y añadió que ha remitido a los distintos ministerios las reivindicaciones del Régimen Especial.
El president Antich pide paciencia a todos sus socios
del Pacte
El president del Govern, Francesc Antich, pidió ayer «paciencia» a
sus socios ante la discusión del modelo territorial de Balears y
admitió que aún existían diferencias con UM «en un tema tan
importante». «Tenemos tiempo por delante para acercar las posturas
y creo que al final habrá un acuerdo; lo contrario no sería de
sentido común», planteó Antich, quien reiteró la necesidad de
alcanzar un acuerdo con todos sus socios del Pacte para diseñar el
modelo territorial. Antich apuntó que algunas de las propuestas
territoriales «deberán incluirse en el plan territorial y otras, en
las Directrices de Ordenación del Territorio». «Dejé claro que la
modificación de las DOT no era una propuesta cerrada, pero mi idea
es consensuar conjuntamente las Directrices y los planes
territoriales», insistió el president. Antich también animó a todos
sus socios del Pacte a plantear todas sus propuestas en el próximo
debate de política general, que podría celebrarse durante la
primera semana de noviembre.