El proyecto de plan territorial sobre el que está trabajando el Consell de Mallorca permitirá la construcción de 20.000 nuevas viviendas unifamiliares en suelo rústico, según desveló ayer la presidenta de esta institución, Maria Antònia Munar. La presidenta ofreció una conferencia en la Fundación La Caixa sobre el nuevo modelo territorial de Mallorca invitada por el Cercle Financer. Munar aseguró que el suelo rústico ya está suficientemente protegido, a pesar de que de las 30.693 parcelas de más de 14.000 metros que existen en Mallorca, 10.000 ya están edificadas. Por lo tanto, aún quedarían vacantes esas otras 20.000.
Para la presidenta del Consell, no es éste el problema auténtico, sino la indisciplina urbanística sobre la que la mayoría de los ayuntamientos hacen la vista gorda y que ha permitido la construcción de 30.000 viviendas ilegales. Para combatir esta indisciplina, la presidenta defendió la creación de la figura del Síndic del Territori, figura independiente encargada de vigilar el estricto cumplimiento de las leyes sin los condicionantes políticos que tienen los alcaldes.
Otra de las propuestas polémicas de Munar es la referida al crecimiento, que se mantiene en el 10 por ciento, es decir, el mismo nivel que en las DOT que aprobó el Govern de Jaume Matas. A estas propuestas se suma la creación de una serie de áreas de reconversión territorial entre las que se encuentra la zona de la central de Alcúdia, las fachadas de Inca y Manacor, el Arenal, Cala Millor y el puerto de Palma. En cualquier caso, destacó que estas propuestas deberían hacerse con la colaboración de la iniciativa privada.
Entre los proyectos más polémicas defendidos por la presidenta se encuentra la construcción del segundo cinturón y la ubicación del futuro recinto ferial en una zona diferente a la prevista actualmente en el Polígon de Llevant. Munar congregó a un público numeroso en el que destacó la ausencia de los representantes del Govern y la presencia de Joan Fageda o Margarita Nájera. Por contra, a la cita acudió la plana mayor de las organizaciones empresariales encabezadas por el presidente de la CAEB, Josep Oliver, y el de los hoteleros. A excepción de la dirección de UM y de Antoni Alorda (PSM), no acudió ningún miembro del Consell.