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El Govern no ha conseguido acabar con la saturación de las carreteras

Los proyectos de desdoblamiento no se han iniciado, pero ha mejorado el transporte público

C.R.G.
A Josep Antoni Ferrer le ha tocado bailar con la más fea, con la Conselleria que más resultados le iban a exigir tanto los socios del pacto como los ciudadanos. Ordenación del territorio, carreteras, transporte y viviendas, sus competencias, son las mayores preocupaciones que tienen los habitantes de Balears y hay motivo para ello. Constantemente se habla de protección del territorio, pero las grúas no han desaparecido de la geografía de las Islas; las carretereas están más saturadas que nunca; el transporte público no funciona bien y a las familias cada vez les es más difícil comprar una vivienda.

Lo cierto es que en dos años de legislatura no se ha avanzado mucho en estas cuestiones, pero también es verdad que todo lo que suponga realizar obra pública lleva su tiempo, mucho tiempo. En carreteras, la Conselleria d'Obres Públiques tardó en definir el modelo de carreteras que quería. El Pacto de Progreso tenía claro que no se ejecutarían autopistas, pero los proyectos de desdoblamiento han tardado en ponerse en marcha. Tanto ha sido así que no ha comenzado ninguna obra de envergadura y el proyecto de duplicación de calzada de Manacor, con 10 rotondas, contó con el rechazo mayoritario. Ahora, se está revisando. Las carreteras de Manacor, Inca-Alcúdia, Valldemossa y la de Palmanova, los principales ejes viarios de la Isla, siguen igual que hace muchos años, pero con más coches. Además, el ex conseller optó por prescindir de los ingenieros del Departament de Carreteres y contratar los proyectos a equipos externos.

Por otro lado, al Ministerio de Fomento, del PP, hay que reprochar no aceptar la nueva política en materia de carreteras de la Comunitat Autònoma de Balears, lo que le ha costado a este Govern perder más de la mitad de los 57.000 millones de pesetas del convenio suscrito con la Administración central. Sin presupuesto, tampoco se pueden hacer milagros.

El transporte público no ha mejorado todavía, pero hay grandes proyectos que de ejecutarse transformarán la Isla. Para empezar, se ha comenzado la redacción de un Plan Director de Transportes, que hay que recordar hasta ahora no había. El tren se ha prolongado hasta sa Pobla y antes de finalizar el año se adjudicará la reapertura de la línea férrea de Manacor. También se prevé llevar el ferrocarril a la UIB y el aeropuerto y soterrar las vías en Palma, proyecto que cuenta con el apoyo del Ajuntament de Palma, que preside Joan Fageda, del PP. Ferrer, es de justicia recordar, ha hecho la estación de autobuses de Ciutat. Antes los autocares estaban en la calle. La mejora del transporte regular es otra asignatura pendiente, pero las frecuencias ya han aumentado.

En materia de vivienda, a los ciudadanos de Balears no les es fácil acceder a viviendas de protección oficial, más baratas que en el mercado inmobiliario. Pero el Govern trabaja en la adquisición de suelo para su construcción, especialmente en Palma. Uno de los objetivos de Ferrer era potenciar las viviendas en régimen de alquiler. De hecho, el Ejecutivo aprobará en breve un decreto para ayudar a las personas jóvenes y con escasos recursos económicos a adquirir o alquilar una vivienda.

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