Ayer se clausuró la XI Trobada de Cases i Centres Regionals, que a lo largo de tres días se ha venido celebrando con gran éxito en la plaza de s'Escorxador de Palma. Este año ha seguido colaborando en el evento el Ajuntament de Palma, no así el Govern, que hasta ahora siempre lo había hecho.
El acto comenzó a mediodía con la celebración de la misa, en la que intervino el grupo Tierra y Mar de la Casa de Extremadura. El celebrante fue el padre Martiañez. A la misma asistieron el alcalde de Palma, Joan Fageda; los regidores José María Rodríguez y María José Frau; el alcalde de Felanitx (la Casa de Extremadura está en dicha localidad); la diputada Rosa Estaràs; y la delegada de Gobierno, Catalina Cirer. El periodista Joan Pla, invitado a «tomar la palabra» durante el sermón, manifestó que a lo largo de estos días «miles y miles de ciudadanos de este país nos hemos reunido aquí para compartir fraternalmente la alegría y los buenos alimentos de los diversos pueblos de España».
Tras la entrega de placas a los presidentes de las casas y centros regionales, el presidente de la Federación de Casas y Centros Regionales en Balears públicamente manifestó su descontento con el Govern. «El organismo oficial que contribuía con su ayuda plena hasta el año pasado, nos dejó marginados, o al menos así lo sentimos, a todos los residentes procedentes de diversas comunidades representados en Mallorca con sus casas y centros, y no se nos dio posibilidad de participar con nuestra Trobada en los festejos del Dia de Balears. Olímpicamente fuimos apartados de sus eventos más de 100.000 residentes, cuyo origen es de otras comunidades, que habitan en la ciudad de Palma. Algo impensable e increíble, pero así sucedió».