«Balears puede beneficiarse de la actividad militar en el Este y Medio Oriente», dijo ayer en Palma el presidente de la Federación Internacional de Tour Operators (IFTO), Martin Brackenbury, que hoy se entrevistará con el president del Govern, Francesc Antich, junto al secretario general de la patronal Alan Flook. IFTO representa a medio centenar de grandes mayoristas de viaje y está considerada la principal patronal del sector. «El turismo y la industria de los viajes están a la expectativa de lo que ocurra en los próximos días ante la posible respuesta de Estados Unidos tras la cadena de atentados en Nueva York y Washington».
«Obviamente», precisó, «a corto plazo se registrará una caída, pero como ha ocurrido en el pasado, las reservas se recuperarán». Añadió que desde el punto de vista de IFTO «no habrá un cambio radical en la situación del negocio turístico, a pesar de las incertidumbre del momento». «Todo dependerá de la respuesta de los usuarios de la industria turística, pero en lo que atañe al Reino Unido, existe una gran resistencia a variar los planes de vacaciones por el terrorismo», indicó.
Brackenbury recordó que el terremoto de Turquía y la inestabilidad en Croacia desvió un número «excesivo» de turistas a Balears, en particular, y España en general. También se refirió a los precios hoteleros en las Islas, «que están subiendo por encima de la inflación, situación que apenas se ha notado por la fortaleza de la libra esterlina, pero sí lo ha hecho en el mercado alemán».
Por otra parte, respecto a las consecuencias que pueda tener para el turismo balear la crisis internacional a raíz de los ataques terroristas a EE UU, el conseller de Turisme, Celestí Alomar, manifestó ayer que es muy pronto para hacer previsiones pero aseguró que todo indica que no habrá efectos negativos a corto plazo. Por ahora, el sector más perjudicado el de cruceros, donde se están registrando numerosas cancelaciones por parte de turistas de toda Europa. La mayoría de cruceros realiza escalas en Palma.